MADRID 30 Sep. (EUROPA PRESS) -
La selección española de voleibol masculina encara este viernes (17.00 horas/Teledeporte) su estreno en la segunda ronda del Mundial ante un serio candidato a luchar por las medallas como Rusia.
La 'roja', campeona de Europa en 2007, confía en encontrar el buen juego de los primeros encuentros para plantar cara al potencial ruso, aunque los de Julio Velasco son conscientes de que su partido importante será el del sábado ante Egipto.
Rusia, dirigida por el italiano Daniele Bagnoli, se ha mostrado como la más potente del campeonato hasta la fecha, presentando un juego temible, basado en un remate infalible y un bloqueo infranqueable. El combinado ruso es el más alto del torneo, contando con ocho jugadores que sobrepasan los dos metros, siendo el más temible el central Dmitriy Muserskiy, un 'gigante' de 2.17.
Y es que España debe rozar la perfección para poner en apuros a los rusos, subcampeones de la Liga Mundial. "Rusia ha demostrado en el torneo ser uno de los equipos más fuertes y en estos momentos está fuera de nuestras posibilidades", explica Julio Velasco, que reconoce que ante Egipto se jugarán el pase a la siguiente fase.
Españoles y rusos se han enfrentado en diez ocasiones en los último ocho años, con un bagaje más que favorable para los rusos que se han impuesto en ocho ocasiones por tan sólo dos de la 'roja'.
Sin embargo, los últimos encuentros datan de 2007 con grato recuerdo para los españoles. Aunque cayeron derrotados en la Copa del Mundo de Japón por 0-3, España se tomó su venganza en la final del Europeo, en la que los pupilos de Andrea Anastasi se hicieron con el histórico título continental, por lo que los españoles confían que la historia se repita en esta edición.