MADRID, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
Mañana comienza la cuenta atrás para los Juegos de Pekín 2008 y es que, en tan sólo un año, o lo que es lo mismo, 366 días -el próximo año es bisiesto- dará comienzo la vigésimo novena edición de la cita olímpica, esta vez, en tierras chinas.
Este mismo mes comenzarán los ensayos de las ceremonias de inauguración y clausura, diseñadas por Zhang Yimou, Steven Spielberg y Ric Birch; y se espera que todas las instalaciones creadas para la ocasión, a excepción de 'El Nido', estén listas a finales del año, a pesar de los problemas surgidos, con incendio incluido en el pabellón donde se celebrará el tenis de mesa.
Pekín, una de las ciudades más contaminadas del mundo, ha hecho enmienda para celebrar unos Juegos ecológicos. En una ciudad, donde hace nueve años sólo un centenar de días eran considerados de buena calidad, la cifra se ha duplicado hasta alcanzar los 248 en la actualidad. Eso sí , preocupan las altas temperaturas que deberán soportar los atletas y que han motivado el cambio de horarios en más de una disciplina.
El pasado mayo los termómetros alcanzaron los 37 grados, convirtiéndose en el mes más caluroso desde hace 50 años. China decidió trasladar el inicio de los Juegos de 2008 de finales de julio al 8 de agosto porque los pronósticos indicaban que habría menos riesgo de lluvias, pero las temperaturas serán sumamente altas en una ciudad condicionada por sus veranos calurosos.
La próxima sede de los Juegos ha invertido más de 120.000 millones de yenes (unos 733 millones de euros) para mejoras ambientales desde 1998 y los esfuerzos ya han tenido sus frutos. La calidad del agua de la ciudad ha permanecido estable y la contaminación está disminuyendo.
Además, con el fin de descongestionar el tráfico y aumentar la calidad del aire, Pekín ha decidido prohibir a más de un millón de automóviles su circulación durante los Juegos Olímpicos. Restringirá así el acceso de vehículos al centro de Pekín y animará a los ciudadanos a reducir el uso del transporte privado.
En 2007, las iniciativas de Pekín, por conseguir un aire de mayor calidad, supusieron la eliminación de 2.580 viejos autobuses, 5.000 taxis y la renovación de los vehículos gubernamentales y de empresas privadas más contaminantes. Por último, entre los nuevos proyectos de la ciudad está el tratamiento de residuos, fomentando el reciclaje entre sus ciudadanos, algo poco frecuente en la actualidad.
EN SEGURIDAD, MENOS PRESUPUESTO QUE EN ATENAS 2004.
A pesar de que el proyecto de 2005 asignó 225 millones de euros para la seguridad, aproximadamente el 20 por ciento de lo gastado en Atenas, la organización asiática ha estudiado los modelos de seguridad de Juegos anteriores, incluyendo la cita de 1972 en Múnich cuando 11 atletas israelíes fueron asesinados por un grupo terrorista palestino. No quieren repetir errores.
También, emulando a sus vecinos japoneses, a la vanguardia en tecnología, Pekín ha creado un sistema de identificación, con una base de datos de más de 1.300 millones de rostros humanos, que en tan sólo 0,01 segundos, reconocerá a supuestos terroristas y sospechosos, evitando así su acceso a las instalaciones deportivas en los Juegos Olímpicos.
Y no sólo eso, porque también utilizará tres helicópteros ligeros CA109, el modelo más rápido de su tipo, para garantizar la seguridad, y unos cohetes especiales, lanzados en las ceremonias de apertura y clausura, que dispersarán las nubes, y con ellas, la posibilidad de aguaceros.
Otro de los puntos que más ha preocupado a la organización es la sanidad. Por ello, la red de salud han intensificado sus labores para acabar con animales como la rata, el mosquito, la cucaracha, el piojo y la pulga, portadores potenciales de enfermedades contagiosas como el dengue y la fiebre amarilla. De todas formas, por si alguien resulta contagiado, las medidas sanitarias han supuesto también la formación de más de 160 médicos y el incremento de camas en los hospitales para posibles pacientes.
BUENOS MODALES Y EL DÍA NACIONAL DE LAS COLAS.
Posiblemente lo que más ha sorprendido de los preparativos olímpicos en occidente haya sido la lucha del BOCOG por implantar "los buenos modales" entre su población. Pekín, por ejemplo, ha publicado una nueva normativa para los taxista de la capital que, a partir de ahora, no podrán llevar grandes pendientes, los zapatos sucios, el pelo largo o teñido de rubio platino o pelirrojo.
La nueva normativa prohíbe a los taxistas fumar mientras conducen, escupir o cobrar de más a los pasajeros, y es que escupir es otra de las prácticas habituales entre la población china. Por ese motivo, las autoridades han decretado penalizaciones de unos cinco euros a quienes no respeten la nueva regulación.
También, desde febrero, las autoridades instauraron 'el día de las colas' para concienciar a los pekineses, algo acostumbrados a colarse a base de empujones, de la importancia de esperar. El gobierno eligió el día 11 de cada mes por el parecido de las dos cifras con dos hombres haciendo cola.
Sin el alfabeto latino, otro de los puntos importante, en la puesta a punto de Pekín antes de los Juegos, ha sido la traducción inglesa de los signos públicos. Por ahora, los signos del centro han sido estandarizados y aquellos de los edificios públicos principales, centros comerciales, hospitales o instalaciones deportivas lo harán antes de fin de año.
Sin olvidar, que se está impulsando el aprendizaje de otros idiomas, que va camino de los cinco millones, en torno al 33 por ciento de la población de Pekín. Además, las autoridades también lucharán contra el 'chinglish', con el fin de que los chinos no cometan tantos errores gramaticales y sintácticos cuando hablan inglés.
DERECHOS HUMANOS Y EL PROBLEMA DE LA ANTORCHA OLÍMPICA.
Pero todavía China debe intentar resolver algunos problemas que han manchado, y podrían seguir haciéndolo, su imagen en el exterior. La ruta de la llama olímpica se convirtió en un auténtico culebrón cuando Pekín se chocó con los deseos de Taiwán y los activistas a favor de la independencia de Tíbet, que se oponen al trazado decidido.
Además, en el paraíso de las falsificaciones, la capital asiática se ha visto obligada a acatar medidas especiales para evitar que sean muchos los que se lucren a costa del logo olímpico. Por último, preocupa la situación de los derechos humanos, que en opinión de Amnistía Internacional, podrían "ensombrecer la imagen de China y de los Juegos" porque "cada vez tiene menos tiempo para cumplir sus promesas" y evitar "la intimidación y el abuso".
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