KRASNAYA POLYANA (RUSIA), 17 (EP/Reuters)
La ciudad rusa de Sochi y sus alrededores continúan trabajando en las obras de sus infraestructuras para acoger dentro de dos meses la Copa de Europa de esquí alpino, que será la primera prueba de fuego de cara a los Juegos Olímpicos de Invierno 2014, que se celebrarán en dicha localidad rusa.
Diversos esquiadores participarán en diferentes carreras de descenso de esquí y supergigante como parte de la competición alpina en el campeonato que es la antesala de la Copa del Mundo.
La elección de Sochi y sus alrededores en 2007 para convertirse en sede de los Juegos 2014, fue criticada por los expertos que avisaron a los miembros del Comité Olímpico Internacional (COI) que habían corrido un gran riesgo en su elección ya que todas las infraestructura habían tenido que ser construidas desde cero.
A eso, había que sumarle que la ciudad rusa no tenía experiencia en la organización de competiciones deportivas internacionales lo que aumentaba la incertidumbre del éxito.
Sin embargo, el complejo turístico del Mar Negro también ha sido seleccionado para recibir Gran Premio de Fórmula 1 a partir de 2014 y es una de las 13 ciudades rusas que serán sedes del Mundial de fútbol de 2018, lo que garantiza la confianza de las instituciones internacionales para la celebración de grandes eventos deportivos.
El pueblo de Krasnaya Polyana, situado a unos 70 kilómetros del centro de Sochi, acogerá todas las pruebas olímpicas al aire libre en 2014, tales como bobsleigh, luge, esquí alpino, esquí de fondo, salto de esquí y biatlón.
"Es un gran riesgo para nosotros", dijo a Reuters la semana pasada el jefe de la organización de Sochi 2014, Dmitry Chernyshenko, durante una visita de inspección.
"Creo que nunca una ciudad sede (de los Juegos Olímpicos de Invierno) había organizado eventos de pruebas tres años antes de los Juegos, así que me siento muy emocionado, pero, obviamente, un poco nervioso también", agregó.
Además, Chernyshenko se mostró confiado en que todo estará resuelto para el 2014. "Tengo pocas dudas de que todo estará listo a tiempo y vamos a tener una exitosa Copa de Europa, así como los propios Juegos", comentó.
CLIMA CÁLIDO.
Otro de los factores que ha preocupado a la organización han sido las altas temperaturas que se están registrando y la ausencia de nieve. "En diciembre no tenemos mucha nieve aquí, pero les puedo prometer que en tres o cuatro semanas vamos a tener mucha", señaló Alexander Belokobylsky, director general de la zona.
"Contamos con 150 cañones de nieve artificial preparados por si acaso, y la pista está casi lista", añadió, refiriéndose a la sede de descenso en los Juegos Olímpicos, que comienza a 2.045 metros de altura para los hombres y a 1.745 metros para las mujeres.
"Sólo tenemos que instalar cables eléctricos, poner una puerta de salida y tiendas de campaña para los esquiadores, funcionarios y medios de comunicación", agregó.
Además, otro de los temas que preocupan a la organización es el riesgo de actividad sísmica en la región. "Las montañas del Cáucaso son relativamente jóvenes, por lo que hay siempre una oportunidad para un terremoto", explicó Belokobylsky.
"Hemos tenido algunos pequeños de vez en cuando. Sin embargo, todas nuestras estructuras se han construido para resistir cualquier terremoto, incluso uno tan grande como de nueve puntos en la escala de Richter", concluyó
Por otra parte, la secretaria general de la Federación Internacional de Esquí (FIS), Sarah Lewis, dijo que confiaba en que los eventos de pruebas para los Juegos Olímpicos se desarrollarán sin problemas. "De nada sirve ponerse nervioso por la falta de nieve todavía, aún faltan dos meses", dijo.