JJ.OO/Turín.- Rogge, confiado en que las críticas serán alabanzas tras la ceremonia de inauguración

Actualizado: lunes, 30 enero 2006 16:49

LAUSANA, 30 Ene. (EP/AP) -

El presidente del Comité Olímpico Internacional, Jacques Rogge, se mostró optimista sobre el éxito de los Juegos de Turín, que se celebran del 10 al 26 de febrero, y rechazó las críticas previas al apuntar que "nunca es fácil organizar unos Juegos" a la vez que aseguró que lo que cuenta es lo que "suceda tras la ceremonia de inauguración".

Rogge asistirá a sus terceros Juegos al frente del movimiento olímpico, después de los vividos en Salt Lake City y Atenas, donde reveló a Juan Antonio Samaranch en 2001, con la confianza de que se repita el éxito de los precedentes.

"Los tres últimos Juegos Olímpicos fueron extremadamente buenos y eso sirvió para elevar la audiencia en televisión, para aumentar el precio de la venta televisiva y para que crezcan nuestros patrocinadores. En definitiva para que el COI cuente con una buena salud económica", apunta Rogge.

Un balance que confía se pueda repetir después de los Juegos de Turín a pesar de que la lentitud en la venta de localidades, la controversia con la justicia italiana a la hora de efectuar los controles antidopaje, los problemas presupuestarios y el escaso interés de la población italiana han marcado los preparativos de los Juegos de Turín.

A Rogge no le preocupan esas críticas previas. "Tengo ya experiencia en los meses previos a unos Juegos. Recuerdo que todo el mundo acogió con agrado los preparativos de los Juegos de Atlanta y luego nos encontramos con grandes problemas. Atenas recibió los ataques de los medios de comunicación y luego resultaron unos Juegos maravillosos", apuntó.

El máximo responsable del movimiento olímpico está seguro de que todas estas apreciaciones cambiarán a partir del 10 de febrero. "Lo que cuenta es lo que pasa a partir de la ceremonia de inauguración y no antes. Será entonces cuando la excitación de la competición tomará el protagonismo", subrayó.

APLAZA SU DECISION DE CONTINUIDAD HASTA PEKIN'08.

También el belga, a dos años de que se cumpla su primer mandato, hizo un primer balance de su gestión "en el que se han mejorado cosas, pero todavía hay puntos en los que trabajar", aunque no quiso desvelar su continuidad en el cargo a partir de 2009. "Será una decisión que tome después de Pekín", añadió.

Aunque Rogge dejó entrever la posibilidad de esa continuidad en un nuevo mandato de ocho años. "Estoy haciendo lo que más me gusta, algo que me enorgullece y si la salud me respeta el presentarme a la reelección es una opción, aunque no lo decidiré hasta los Juegos de Pekín", apostilló.

Al frente del COI, Jacques Rogge se ha mostrado intransigente en aspectos como la corrupción, algo que cobró máxima actualidad en el movimiento olímpico después de que saltase a la luz el escándalo de influencia en Salt Lake City, o el dopaje.

Así implantó un nuevo código ético de "tolerancia cero" entre los miembros del COI así como reforzar el número de controles antidopaje. "Los atletas saben que el cerco se estrecha cada vez más", afirmó Rogge que recordó que en Turín se realizarán cerca de 1.200 controles, un 71 por ciento más que los efectuados en los anteriores Juegos de Invierno, en Salt Lake City.

REITERA LA NECESIDAD DE REVISAR EL PROGRAMA OLIMPICO.

Más reticencias encontró Rogge en su intento de poner freno al crecimiento del programa olímpico. Así enunció su intención de limitar el número de deportes (28), de atletas (10.500), y de pruebas (300) durante los Juegos Olímpicos de verano así como otras medidas para reducir gastos.

"Nunca es fácil convencer a todo el mundo sobre la necesidad de limitar el programa de los Juegos. Lo fácil siempre es la sensatez, pero la sensatez nos dice que es peligroso", comentó.

Rogge se chocó con el movimiento olímpico en su tentativa de reducir el programa olímpico en 2002, aunque tras un nuevo estudio y durante el pasado verano se decidió que el softball y el beisbol quedaran fuera del calendario después de los Juegos de Pekín.

Una decisión que hicieron del softball y el beisbol los primeros deportes eliminados del programa olímpico desde el polo en 1936, aunque por contra Rogge no consiguió otro de sus objetivos, el que se introdujeran nuevos deportes.

"Si no hacemos evolucionar el programa nos enfrentamos al peligros de perder la credibilidad a los ojos de la afición. El problema es que hay vacas sagradas y que cada deporte sólo piensa en sus intereses. Sería muy fácil ser como Papa Noel y darle a todo el mundo lo que pide, pero no veo de esa forma mi mandato", aseveró un crítico Rogge.

La revisión del programa vivirá un nuevo capítulo durante el Comité Ejecutivo del COI que se celebra la próxima semana en Turín, donde béisbol y softball buscarán su reinserción. Para ello buscarán una nueva consulta. Aunque esa votación sólo se dará si cuenta con el apoyo de un tercio de los miembros del comité olímpico, luego en el sondeo sólo les valdrá la mayoría absoluta.

Una situación que con contaría con el beneplácito de Jacques Rogge. "No se trata si incluir o no unos deportes, si no de volver a estudiar una decisión que ya tratamos hace seis o siete meses", finalizó.