TANDIL (ARGENTINA), 15 Sep. (EP/Reuters) -
Juan Martín Del Potro sacudió al mundo del deporte al destronar a Roger Federer en la final del Abierto de Estados Unidos, en una hazaña que hizo estallar un carnaval en Tandil, su ciudad natal y la nueva meca del tenis local.
La victoria del último prodigio del tenis argentino dejó grabado a fuego el 14 de septiembre del 2009 en esta tranquila ciudad del interior de la provincia de Buenos Aires, cuna de jugadores como Juan Mónaco, Mariano Zabaleta, Guillermo Pérez Roldán, Máximo González o Diego Junqueira.
Cientos de personas se agolparon desde temprano en el bar del Club Independiente, donde se crió tenísticamente Del Potro, para seguir por televisión el choque entre su joven talento de 20 años y el máximo ganador de 'Grand Slams' de la historia.
Y a miles de kilómetros de Nueva York, los tandilenses sonaron durante más de cuatro horas como una hinchada de fútbol, en la mejor tradición local.
"Del Potro hace historia en el tenis argentino (...) No tiene dimensión de lo que ha logrado, le sacó el invicto al número uno", dijo Marcelo Gómez, formador de Del Potro desde su niñez y su entrenador hasta hace dos años.
Muchas horas después del final del dramático partido, la sede social del club Independiente, creado en 1935 para practicar baloncesto, seguía siendo el corazón del inesperado festejo.
"Tengo una alegría tremenda, poder disfrutar de este triunfo es increíble. Yo, a Del Potro, le vi jugar desde muy pequeño", dijo emocionado Pedro Gómez, presidente del club.
Un grupo de jóvenes, atronando con un improvisado set de percusión forjado con cubos de basura y botellas, se mezclaba entre las decenas de cámaras de televisión y los fotógrafos que llegaron a Tandil para retratar el evento.
Desde la irrupción de Guillermo Vilas en la década de 1970, Argentina cosechó siete 'grandes', cuatro del propio Vilas, uno de Gabriela Sabatini, uno de Gastón Gaudio y ahora el obtenido por Del Potro.
