EDIZIONES, 01 Feb.
Hace unos días, nos hacíamos eco de una de esas noticias que nos concilian de alguna manera con nuestro lado más humano, a veces perdido. En la noticia os contábamos la buena acción de algunos voluntarios que ofrecieron mantas y alimento a los perros callejeros que se refugiaban al calor de los escaparates de un centro comercial de Turquía, azotada por un fuerte temporal de nieve.
En esta ocasión, un vigilante de seguridad se encontraba revisando las cámaras de vídeo-vigilancia con motivo de un robo que había sucedido recientemente y se topó con una escena capaz de calentar el corazón más frío.
En la ciudad de Giresun, Turquía, un perro callejero trata de mantener todo su calor corporal acurrucándose en el suelo. La nieve y el frío casi le obligan a hacerlo. Ni si quiera se mueve o huye ante la llegada de una persona, un hombre que agacha a su altura para acariciarlo y ofrecerle un poco de comida. En un momento dado, se puede apreciar que el hombre palpa al animal y se percata del frío que tiene y, sin pensárselo mucho, se quita la chaqueta y envuelve al perro con ella.
Este acto de bondad al azar ha dado la vuelta al mundo a través de las redes sociales. Gracias a la difusión se ha podido conocer la identidad de este héroe anónimo. Su nombre es Bülent Kalpakçioglu y es un trabajador municipal en Giresun.
En unas declaraciones de Bülent a The Dodo dijo que humildemente, el acto de compasión era lo menos que podía hacer para ayudar a otro ser. "Si no le hubiera dado mi chaqueta, me habría comido la conciencia".
Por su buena acción, Kalpakçioglu ha recibido un galardón de reconocimiento por el alcalde Kerim Aksu. "Con esta acción, nos dio una lección de humanidad", dijo el alcalde durante su discurso. "Los animales son nuestros amigos. Nos encanta la gente, nos encanta nuestra ciudad, nos encantan todos los seres vivos que son una parte integral de nosotros y nuestra comunidad".
