MADRID, 24 May. (EDIZIONES) -
Ollie, un perro de raza Sheltie y de 10 años de edad, consigue una segunda oportunidad en la vida a pocos minutos de ser sacrificado. Una estudiante de veterinaria, Neena Golden, pudo conocer que la extraña enfermedad que le hacía sufrir al perro no era más que una garrapata.
Después de múltiples pruebas que no terminaban de esclarecer el verdadero motivo del empeoramiento de la salud del perro que le impedía comer, beber y llevar una vida normal, los dueños de Ollie decidieron poner fin a su sufrimiento quitándole la vida en una clínica veterinaria de la ciudad de Portland, en el estado de Oregón (EEUU).
"Era una pérdida completa", aseguró el propietario de Ollie, Al Meteney, en un comunicado. "¿Qué harías en esta situación? Él es parte de nuestra familia y siempre hemos tratado de proporcionarle el mejor cuidado que podemos darle", añadió.
El Doctor Adam Stone, del Hospital animal DoveLewis, y Neena Golden, que se encontraba de visita, comenzaron a preparar las herramientas para llevar a cabo la eutanasia del perro. Cuando la estudiante estaba consolando al perro con caricias, sintió un extraño bulto detrás de la oreja y vio que había una garrapata.
Ollie había desarrollado una rara enfermedad que le paralizaba y que era causada por una potente toxina que emitía la garrapata a través de su saliva y que inyectaba en su sangre, según la web de animales PetMD.
Una vez retirada la garrapata, Ollie volvió a su estado normal pasadas las 10 horas. "Cuando recibimos la llamada de sus propietarios diciendo que Ollie estaba bien, todos lo celebramos", aseguró Golden.
A pesar de que Ollie llevaba un collar anti-garrapatas, su familia sospecha que cobijó el parásito durante un viaje reciente. En cuanto a la estudiante de veterinaria que se encontraba casualmente en la clínica formándose en su carrera, esta experiencia nunca la olvidará: "fue emocionante que ayudaramos" a salvarle la vida a este perro, añadió en un comunicado publicado en DoveLewis.
