EDIZIONES, 28 de nov.
Con su metro y noventa y cuatro centímetros de altura y su gran envergadura no es difícil distinguir de entre otras de su misma especie a la vaca Knickers. Aunque un poco tímida, según su granjero, Knickers, una Holstein Friesian, de siete años, y residente en Australia, no puede evitar sobresalir de la manada.
Las vacas Holstein o vacas frisonas son una raza procedente de la región frisosajona que destaca por su alta producción de leche, carne y su buena adaptabilidad. Nacen con un peso aproximado de 40 kilos y legan a pesar unos 600 kg, mientras que los toros alcanzan hasta los 1000 kg.
Ateniéndonos a esta descripción y a que, según su dueño, nunca se ha hecho algo especial con Knickers para que alcanzara tamañas dimensiones, se entiende que este ejemplar de Holstein es una de esas rarezas de la naturaleza que sorprenden.
Extraoficialmente, Knickers es la vaca más grande de Australia (según los libros de récords, el novillo vivo más alto es Bellino, que tenía unos 2,027 metros de altura cuando fue medido en Italia en el año 2010). Esta peculiaridad, además de llenar titulares en su región, ha demostrado ser su gracia salvadora. Cuando su propietario, Geoff Pearson, trató de subastarla el mes pasado, ninguna ganadería quiso hacerse cargo de ella porque, sencillamente, no cabía en ningún matadero.
Desde entonces y para siempre, Knickers vivirá en el criadero del lago Preston en Myalup, a unos 136 km al sur de Perth. Lo hará con el cargo de "entrenador", un animal (castrado) que puede hacerse cargo de la manada y guiarles por los senderos de la vida en la granja.
