¡Adiós A La Olla De Agua! Así Se Cuecen Los Huevos Sin Ensuciar La Cocina - UNSPLASH
MADRID 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
Cocer huevos es una de esas tareas aparentemente sencillas que, sin embargo, suelen dejar rastro en la cocina. El agua hirviendo que se desborda, la olla que hay que vigilar y limpiar después o el despiste que acaba con el fuego demasiado alto forman parte del ritual doméstico de siempre.
Lo que muchos desconocen es que existe una alternativa que prescinde por completo del agua y de la olla. No es un truco extraño ni un atajo improvisado: es otra forma de cocer huevos que evita salpicaduras, reduce cacharros y deja el resultado muy parecido al de un huevo duro tradicional.
CÓMO COCER HUEVOS SIN AGUA
La clave de este método es que el huevo se cocina en freidora de aire --con aire caliente--, sin necesidad de sumergirlo en agua hirviendo. El calor envolvente permite que la clara y la yema se cuezan de manera progresiva dentro de la cáscara, sin riesgo de que el agua rebose ni de que el huevo golpee el fondo de una olla.
En términos prácticos, el método suele seguir estas pautas:
Colocar los huevos enteros, con cáscara, en la cesta de la freidora de aire, sin amontonarlos.
Cocinarlos a unos 120-130 ºC durante 12-17 minutos, o a 170 ºC durante 8-11 minutos, según el tamaño y el punto deseado.
Ajustar ligeramente el tiempo en función de la freidora y de si los huevos están a temperatura ambiente o recién sacados de la nevera.
El resultado es un huevo duro convencional: clara firme y yema cocida, con el punto que se puede ajustar según el tiempo. La diferencia está en el proceso, no tanto en el sabor.
Al no moverse dentro del agua, la yema puede quedar algo menos centrada que en la cocción clásica, un detalle que solo se nota si se busca una presentación muy perfecta, por ejemplo para huevos rellenos o platos más estéticos. Para un uso cotidiano, la diferencia es mínima.
EL PASO IMPORTANTE AL TERMINAR LA COCCIÓN
Igual que ocurre con los huevos cocidos en agua, hay un gesto clave al final: enfriarlos rápidamente. Pasarlos a un bol con agua fría o con hielo corta la cocción, evita que el calor residual siga actuando y facilita que se puedan pelar después con más facilidad.
Este paso es especialmente importante en este método, ya que el huevo sale caliente por completo y conviene estabilizar la textura cuanto antes.
VENTAJAS DEL MÉTODO DE LA AIRFRYER
Más allá de la curiosidad, este sistema tiene una ventaja clara: reduce el desorden en la cocina. No hay agua hirviendo que se derrame, no hay olla que limpiar ni fogón que vigilar. En fechas como la Navidad, cuando los fuegos suelen estar ocupados con otros platos, utilizar la freidora de aire permite liberar espacio y organizar mejor los tiempos de cocción sin renunciar a un resultado conocido.
Además, permite hacer uno o varios huevos a la vez, ajustar el punto con facilidad y aprovechar un electrodoméstico que muchas personas ya utilizan a diario para otras preparaciones, sin interferir en el resto de la comida.