Madrid, 29 de mar. (EDIZIONES)
Como una historia de terror al más puro estilo Stephen King, durante más de 30 años un hecho insólito en las costas francesas ha estado inquietando a sus habitantes: Cientos de ojos, piernas e incluso todo el cuerpo del teléfono con forma del mítico gato Garfield, aparecían destrozados y sin explicación flotando en el mar.
Tras numerosas investigaciones se pone fin al misterio que ha marcado décadas de incertidumbre. Según informa Franceinfo, el origen de los teléfonos proviene de un contenedor de envío al que se le perdió la pista y que se encuentra en una falla a la que se solo se puede acceder cuando hay marea baja, muy cerca de la costa bretona. Han sido los miembros de la asociación antibasura, Ar Viltansoù, los que han conseguido dar explicación a este suceso.
Fue en 1980 cuando los teléfonos comenzaron a verse en la costa de Iroise en Bretaña. Según informa Franceinfo, no fue hasta el año pasado cuando René Morvanu, un granjero local comentó a los medios que él y su hermano ya conocían el origen de este suceso. "En ese momento, tenía entre 19 y 20 años. Hubo una gran tormenta. Mi hermano y yo vimos teléfonos por todas partes en la playa", apunta.
Son muchos los coleccionistas que siguen buscando este aparato que en la década de los 80 fue tan popular. Aunque ya se conozca cuál es el origen de estos teléfonos, nadie sabe de dónde venían ni qué ocurrió con el contenedor para que se perdiese.
¿CÓMO SE REALIZÓ LA BÚSQUEDA?
Gracias a la asociación anti-basura de Ar Vilantsoù y a la colaboración de René Morvan, según informa Franceinfo, fue el día 22 de marzo de este mismo año cuando decidieron comenzar una expedición para dar con el misterioso contenedor.
Claire Simonin-Le Meur, presidenta de Ar Vilantsoù, su equipo y periodistas de Franceinfo, decidieron descender cuando la marea estaba baja por los acantilados de Plouarzel (Bretaña). Según informa Franceinfo, todos llevaban guantes de goma en las manos y zapatos para poder caminar. Tras pasar la playa y llegar a unas rocas resbaladizas, descubrieron los restos de un contenedor de transporte perdido. El medio de comunicación francés asegura que justo al lado de chatarra oxidada, estaba un plástico naranja y entre las rocas los tan ansiados teléfonos de Garfield. "Esta es la primera vez en nuestras vidas que lo hemos visto", dijo a los reporteros la activista Claire Simonin-Le Meur.
"A la vista de los pedazos de contenedores que se encuentran, la cantidad de teléfonos, componentes electrónicos y cables, estoy segura de que estamos en el lugar correcto", aseguró Simonin-Le Meur tras el hallazgo.
Según informa World Shipping Council (WSC), tras revisar los resultados de los años comprendidos entre 2008 y 2016, hay un promedio de 568 contenedores perdidos en el mar cada año y 1,582 si se incluyen los que sufren un accidente. Este dato sigue siendo elevado y así provocan contaminación en el océano. Claire Simonin-Le Meur, por su parte, aseguró que "detrás de esta simpática figura de Garfield, hay una contaminación plástica que no se deteriora en el océano y que volveremos a sufrir durante años".
Los miembros de la asociación Ar Viltansoù aseguran que "seguirán allí para recuperar los restos de teléfonos".
