EDIZIONES, 20 Feb.
La tarta de queso (Cheesecake) es una de las recetas con más posibilidades para dar rienda suelta a la imaginación que existe. Lleva una hora de horneado pero tan sólo 10 minutos de preparación. Es una apuesta segura para triunfar con el postre y es ideal para que los más pequeños de la casa ayuden en su elaboración.
Se trata de uno de los postres más populares internacionalmente hablando y su elaboración más tradicional es a base de galletas, queso de crema y mermelada de frambuesa, aunque puede variar mucho desde elegir qué tipo de galleta queremos hasta si la queremos hacer de chocolate blanco o negro y hacer la cubierta con chocolatinas de colores.
La auténtica receta de la tarta de queso al horno
Ingredientes para un molde desmoldable de unos 20 cm
Para la base:
170 gramos de galletas (María, Graham...Las Digestive de avena quedan especialmente bien con esta receta - si te decantas por ellas necesitarás 16 galletas para esta receta).
100 gramos de mantequilla derretida
Para el relleno:
Dos cajas de queso crema de 350 gramos y 100 gramos más
150 gramos de azúcar
2 cucharadas de harina
4 huevos
65 ml de nata para montar
1 cucharadita de esencia de vainilla
Para la cobertura:
300 gramos de fresas
Zumo de medio limón
70 gramos de azúcar
Una hoja de gelatina o 2 cucharadas de maicena
Elaboración
Precalentamos el horno a 300º y engrasamos la base del molde a conciencia.
Trituraremos las galletas metiéndolas en una bolsa de plástico tipo sándwich con cierre y machacándolas con un rodillo hasta dejarlas lo más finas que podamos. A continuación las metemos en un bol para agregarle la mantequilla derretida y mezclaremos.
Hacemos una base con las galletas en el molde de modo que nos quede una anchura de 2 o más cm. Lo metemos en la nevera para que endurezca.
En un bol aparte, haremos una mezcla de queso crema, azúcar y harina y después incorporaremos uno a uno los huevos hasta que se integren. Añadimos la nata y la vainilla.
Sacamos el molde de la nevera y lo rellenamos con la mezcla anterior. Lo metemos la horno con calor solo de abajo y lo dejamos a 200º durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, bajamos la temperatura del horno a unos 120º y lo dejamos cocinar unos 45 minutos (o más) o hasta que veamos que la superficie se haya cuajado.
Cuando esté hecho, dejamos que se atempere y pasamos un cuchillo por el borde de la tarta. Sin desmoldar, la introducimos en la nevera, preferentemente de un día para otro.
Una vez bien fría, la desmoldamos y nos ponemos con la cobertura de fresas.
Lavamos y pelamos bien la fruta. A continuación, metemos las fresas y el azúcar en un cazo para cocinar a fuego lento, removiendo muy bien todo hasta que las fresas se hagan papilla. Cuando esto pase, meteremos una hoja de gelatina transparente o echamos 2 cucharadas de maicena para que espese. Cuando enfríe, cubriremos toda la tarta con la salsa y ya tendremos listo nuestro cheesecake.