MADRID, 25 may. (EDIZIONES)
A principios de mayo, Mitchel Rainbow, vendedor digital, de 21 años, voló desde Auckland (Nueva Zelanda) hasta Adelaida (Australia) para sorprender a su amigo Jacob.
Mitchel se había trasladado de ciudad por trabajo antes de que estallara la pandemia. Durante los primeros meses y con las fronteras de los países cerradas por completo, le resultó imposible visitar a su mejor amigo.
Cuando por fin se permitió viajar, Mitchel no se lo pensó dos veces y cogió un vuelo de cuatro horas y media para sorprenderlo.
El joven esperó en la habitación de Jacob a que volviera y decidió grabar su reacción en vídeo.
La inesperada visita sorprendió gratamente a Jacob, quien se fundió en un amistoso abrazo con su amigo al que hace tiempo que no veía.