DESCONECTA, 17 sep.
La flautista japonesa Yukie Ota se encontraba interpretando 'Sonatina para flauta y piano' de Sancan como parte de un concurso internacional cuando una inesperada aparición se posó en el rostro de la mujer negándose a marchar.
No es la primera vez que se ve cómo los profesionales de la música clásica tienen que improvisar ante cualquier imprevisto. Hace poco recordábamos la divertida respuesta que un violista tuvo durante uno de sus conciertos, cuando el tono de Nokia de uno de los asistentes sonó en mitad de la actuación.
En el caso de Yukie Ota, la japonesa tuvo que lidiar con una revoltosa mariposa que merodeaba sobre su cabeza hasta posarse en las cejas mientras ella interpretaba la pieza. Un lugar bastante peculiar que desde fuera se aprecia incómodo pero que a Yukie Ota no parecía desconcentrar. Armándose de paciencia, continuó tocando hasta el final cuando aprovechó para sacársela de encima.
Las reacciones en ambos casos solo demuestran la profesionalidad de estos músicos cuando están sobre el escenario.
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