BARCELONA, 23 Feb. (EUROPA PRESS) -
Políticos y técnicos continúan sin alcanzar un consenso sobre la seguridad para el templo de la Sagrada Familia que supone la construcción del túnel por el que la línea ferroviaria de Alta Velocidad (AVE) cruzará Barcelona.
El conseller de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat, Joaquim Nadal, reiteró hoy que el trazado elegido para el túnel, es el mejor posible, mientras que el presidente del Patronato de la Sagrada Familia, Joan Rigol, mantiene sus dudas sobre si perjudicará al templo.
De su lado, el catedrático de Estructuras de la Universitat Politècnica de Cataluña, Josep Gómez Serrano, dijo que la actual solución puede ser un problema.
En el marco del primer ciclo de debates 'Universidad y Sociedad' organizado por la Universitat Abat Oliva CEU y el diario ABC, Nadal reiteró que "en la actualidad las obras públicas son más seguras que nunca". Sobre la obra de Antonio Gaudí, afirmó que "puede haber tantos trazados como ingenieros".
El conseller indicó que por parte del Govern existe la "máxima preocupación" por la Sagrada Familia y por las casas de vecinos del Eixample, de manera que constantemente evalúan los parámetros de altura, estructura, fundamentos y año de construcción de cada uno de los edificios.
Nadal recordó que desde que sale el túnel de la estación de Sants el "primer afectado" es el edificio de su Conselleria y remarcó que hay "un estudio por cada caso". "La Sagrada Familia es un caso especial que no debe hacer perder de vista el cómputo de la obra", agregó. Asimismo, remarcó que "el túnel no pasa por debajo de la Sagrada Familia, sino por al lado".
Rigol sostuvo que con tantos técnicos y opiniones que relativizan si el actual trazado es el mejor para la Sagrada Familia, su obligación es exigir que el templo no se vea perjudicado. "O los técnicos se ponen de acuerdo, o estaremos absolutamente vendidos", agregó.
Rigol dudó sobre la fortaleza o debilidad de la estructura de otro edificio de Gaudí, La Pedrera, declarada bien cultural de interés nacional, y recordó que las leyes de patrimonio indican que no se podrá remover el subsuelo si la obra se puede ver perjudicada. A este respecto, Nadal replicó que es una obra "acabada y consolidada", pero "si hubiera riesgo, antes de remover el subsuelo, es evidente que la Administración estaría obligada a micropilotar la estructura".
El decano del Colegio de Ingenieros de Caminos de Cataluña, Josep Oriol, aseveró que "el riesgo cero no existe" en ninguna obra, pero defendió que la interacción de los técnicos de la Sagrada Familia y del AVE permitirá llevar a cabo los trabajos.
En cambio, el catedrático de la UPC Josep Gómez Serrano consideró que "hay dudas" sobre las repercusiones de las obras del AVE y recordó que hay una sentencia judicial pendiente que todas las partes deberán acatar. En su opinión, si el túnel estuviera más cerca de la superficie minimizaría el impacto sobre la Sagrada Familia, pero dañaría más a los edificios de viviendas del entorno.
Para Gómez Serrano, "la actual solución es una intuición" y podría ser un "problema". Estimó que "no es una buena solución" y auguró que "seguramente dará lugar a situaciones muy difíciles". Pese a ello, dijo que "no hay intranquilidad" sobre los cimientos de la Sagrada Familia, pero "saber cómo afectará el túnel son datos complejos".
