MADRID, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -
Colonial estaría dispuesto a vender hasta un 33% del capital de la francesa Société Foncière Lyonnaise (SFL), frente al 24% previsto inicialmente, en caso de que fuera necesario, con lo que obtendría ingresos totales de unos 1.000 millones de euros, informó hoy el presidente y consejero delegado de la empresa, Mariano Miguel
La inmobiliaria de la que Luis Portillo es primer accionista ya tenía programada para este año la venta de un 24% del capital de su filial francesa y reducir su participación en esta empresa desde el 84% hasta por debajo del 60%.
Esta operación, aunque viene impuesta por una exigencia de la legislación francesa, le reportará unos 700 millones de euros que, junto a otros 300 millones que ingresará por rotación de activos, destinará a afrontar el pago de 900 millones de euros de deuda programado para 2009 con los bancos que le financian (Royal Bank of Scotland, Calyon, Eurohypo y Goldman Sachs).
En 2008 debe hacer frente al unos 150 millones que asegura tener cubiertos por la venta de activos y los ingresos recurrentes de unos 350 millones de euros anuales que reporta el alquiler de su cartera de patrimonio.
Colonial asegura así que cuenta con liquidez suficiente para atender a su negocio y su deuda, que cerró 2007 en 8.600 millones de euros, de los que el grueso (unos 6.100 millones) corresponde al crédito sindicado suscrito en sus operaciones corporativas.
El presidente de la compañía descartó que la empresa tenga previsto deshacerse de la participación del 15% que tiene como segundo accionista de FCC, "uno de los activos más rentables de la compañía".
Respecto a Gecina, aseguró que la compañía no ha vuelto a hablar con esta empresa gala sobre una eventual fusión, aunque indicó que desconoce si lo ha hecho alguno de sus accionistas, después de que las dos empresas reconocieron en diciembre "conversaciones preliminares" al respecto pero "sin decisión o acuerdo alguno".
LA BOLSA NO REFLEJA SU VALOR.
Mariano Miguel compareció en rueda de prensa para explicar la situación de la inmobiliaria ante el desplome que está experimentando en bolsa (más de un 30% sólo en lo que va de año) y reiteró que el castigo del mercado no representa el valor de la empresa, ni su situación.
El nuevo máximo responsable de la compañía tras la reciente dimisión como presidente de Luis Portillo achacó el ajuste bursátil a la venta en el mercado por parte de instituciones financieras de paquetes de acciones que fueron compradas por distintos accionistas mediante instrumentos financieros.
En virtud de este sistema, un accionista compra títulos de una empresa a través de un crédito presentando como garantía las propios títulos adquiridos. En caso de que no pueda hacer frente a los requerimientos del crédito, el banco se queda con las acciones y las vende. Colonial no descarta que sigan produciéndose operaciones de este tipo.
De esta forma, desvinculó la marcha de la cotización de Colonial de su gestión y de la actual crisis del mercado inmobiliario. En este sentido, subrayó que su negocio es fundamentalmente patrimonialista, y que su actividad de vivienda residencial sólo supone el 3% del total.
Asimismo aseguró que la empresa está cumpliendo "escrupulosamente" su plan de negocio y los pagos de la deuda, y destacó que el valor de su patrimonio no está registrando depreciación alguna. Las ventas de activos forman parte de dicho plan estratégico de la sociedad y se están cerrando con plusvalías.
El nuevo presidente desveló que Luis Portillo ya no trabaja en la compañía y justificó su dimisión y la renovación del consejo en su intención de aportar más transparencia y credibilidad en el mercado si la gestión de la compañía se realiza y se explica por personas distintas a sus primeros accionistas.
