Economía/Empresas.- 'The Economist' emplaza a Europa a permitir la OPA sobre Arcelor bajo criterios de mercado

Actualizado: miércoles, 8 febrero 2006 14:58

MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

El semanario económico 'The Economist' emplaza a los políticos europeos a que permitan que la oferta pública de adquisición (OPA) de Mittal Steel sobre Arcelor triunfe o fracase bajo criterios exclusivos de mercado, dejando a un lado el "patriotismo".

En su editorial de esta semana, la publicación británica asegura que, "si fueran sabios", los políticos europeos permitirían la OPA basándose en criterios de mercado y que un comprador con ganas, en una situación de precios altos, es la "oportunidad ideal para sacar el acero de la política de una vez por todas".

'The Economist' asegura que, de los argumentos esgrimidos por los políticos de Francia, Luxemburgo y España (países en los que Arcelor tiene mayor presencia) resumidos en empleo, en el factor estratégico del acero y el "chauvinismo", éste último es el más fácil de olvidar.

Sobre el acero como un sector estratégico afirma que, tal vez en la época "de los tanques y los barcos de guerra" el acero sí era militarmente estratégico, pero ahora este argumento resulta "flojo y poco convincente", ya que el acero puede comprarse fácilmente en el "mercado abierto".

En cuanto a los empleos, asegura que "después de 30 años de una intromisión desastrosa de los estados en la industria del acero se demuestra que es posible preservar empleos a través de subsidios y aranceles".

El semanario achaca el rechazo generalizado a la OPA a un "patriotismo europeo", que iguala a los sentimientos despertados cuando la china Lenovo compró la división de portátiles de IBM, cuando la petrolera china CNOOC quiso comprar la estadounidense Unocal o cuando hubo rumores de que Pepsico iba a comprar la francesa Danone.

En otro artículo sobre la OPA de Mittal que lleva por título "Patriotas sin poder", en referencia a las pocas posibilidades que tienen los políticos europeos de intervenir en la operación, 'The Economist' asegura que el único obstáculo "real" es una intervención de las autoridades europeas que velan por la libre competencia del mercado.

Sin embargo, recuerda las diferentes áreas de mercado en que cada una de las empresas opera y que por lo tanto no se plantearían "problemas antitrust".