La política energética europea, amenazada por la polémica de las fusiones transfronterizas

Actualizado: viernes, 24 marzo 2006 1:19

BRUSELAS, 24 Mar. (EUROPA PRESS)

Los jefes de Estado y de Gobierno debatieron durante la primera jornada de la cumbre de primavera que les reúne en Bruselas el lanzamiento una política europea común en materia de energía con el trasfondo de la polémica por las fusiones transfronterizas, como la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa, o la fusión entre Gas de France (GdF) y el grupo franco-belga Suez para evitar una OPA de la italiana Enel.

El debate, que tuvo lugar a puerta cerrada durante la cena de trabajo de los líderes europeos, fue iniciado por la canciller alemana, Ángela Merkel.

Merkel defendió antes del inicio de la cumbre la creación de "campeones europeos" en la industria energética, y reclamó que se eviten "reacciones nacionales" en los procesos de fusión transfronteriza, en una referencia indirecta a la OPA de la alemana E.ON sobre Endesa.

Preguntada por las reacciones nacionalistas en el sector energético, Merkel dijo que el mercado interior "sólo puede funcionar si podemos transportar la energía a través de las fronteras libremente". "Tenemos que aceptar campeones europeos en la industria energética, y no reaccionar con una actitud nacional", subrayó la cancillera.

Merkel dijo que la Unión Europea no debe asumir más competencias en materia energética, y abogó por una "mejor coordinación" de las políticas de los Veinticinco. A su juicio, el debate energético debe centrarse en la seguridad de abastecimiento, el precio de la electricidad y la importancia de las energías limpias.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, justificó ante sus socios europeos su postura contra la OPA de la alemana de E.ON sobre Endesa argumentando que el sector eléctrico español es el único que, junto con el británico, está en manos privadas y por ello requiere un regulador fuerte, según explicó el secretario de Estado de comunicación, Fernando Moraleda.

Durante su turno de intervención, Zapatero quería "hacer pedagogía" sobre el "diferente grado de proteccionismo" en cada país. En este sentido, defenderá que "España es un país económicamente muy abierto", donde empresas como Amena y Alsa han sido compradas por otras extranjeras, y donde las compañías energéticas están en manos del sector privado. El único ejemplo similar sería el de Reino Unido, según Moraleda. "Parece lógico reclamar que en España y Reino Unido existan reguladores fuertes porque el 100% del capital de las empresas es privado", señaló.

"La situación es distinta en países donde el capital es público porque el Gobierno tiene mucho margen de actuación", indicó el secretario de Estado en una referencia indirecta a la situación en Alemania. Zapatero defendió el lanzamiento de una estrategia energética común en la UE con "criterios comunes" sobre seguridad de abastecimiento y calidad de los servicios públicos. También apoyo la aproximación de los marcos regulatorios y mostró su disposición a aceptar la existencia de "un único regulador".

No obstante, el presidente del Gobierno subrayó que esta política energética común "no existe todavía" porque no tiene base legal. "La energía como producto no circula libremente en Europa", enfatizó el secretario de Estado. El trasporte es "muy deficitario y muy desigual" y depende de infraestructuras interestatales "que muchas veces ni existen", de manera que el suministro en España depende en un 80% de fuentes exteriores pero sólo el 2,7% del consumo se canaliza a través de interconexiones europeas. "No se puede hablar de un mercado interior de la energía al mismo nivel que se puede hablar de los servicios bancarios y las telecomunicaciones", reiteró.

También entró en el debate el presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, que realizó un discurso ante los líderes europeos al inicio de la cumbre.

Borrell denunció que el mercado energético europeo se esté convirtiendo en un "pugilato nacionalista". En su opinión, los antiguos monopolios siguen "dominando" los mercados europeos de la energía, la competencia transfronteriza "no es significativa", los nuevos actores no obtienen las capacidades de tránsito necesarias y las interconexiones son "insuficientes". También criticó que los grandes consumidores, a menudo, estén vinculados por "contratos a largo plazo previos a la liberalización".

"Así, no es extraño que la Europa del gran mercado se esté convirtiendo en un pugilato nacionalista entre países que conciben la energía como un problema estratégico pero a escala nacional", prosiguió. Según Borrell, las "Opas y contra-Opas" han puesto de relieve la "dimensión estratégica de la energía en relación con la soberanía nacional". Apostó por mejorar la eficacia energética y animó a abrir sin tabúes el debate sobre el papel de la energía nuclear en la seguridad del abastecimiento eléctrico.

Pero donde el presidente de la Eurocámara puso énfasis fue en que no hay una política europea energética a escala europea sino una política de "competencia" aplicada a la energía."Y esta política de competencia se aplica a un mercado no integrado, al que le faltan las interconexiones transfronterizas y en el que la liberalización eléctrica no está dando los resultados anunciados", añadió.

En este contexto, recordó que el Parlamento Europeo manifestó recientemente "por una aplastante mayoría" su preocupación frente a medidas defensivas y protectoras de los gobiernos adoptadas contra la movilidad del capital y del derecho de establecimiento y que la Eurocámara ha pedido a la Comisión Europea que actúe "con decisión" en la defensa del mercado interior.