MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un total de 166 trabajadores autónomos perdieron la vida en accidente laboral durante el año pasado, lo que supone nueve muertes menos que en 2005, cuando fallecieron 175 trabajadores por cuenta propia, según un informe de la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA).
Por comunidades, Murcia fue la que registró el mayor descenso de los siniestros mortales, con una caída del 25%, seguida de Castilla y León y Galicia, ambas con una reducción del 22,2%. En el lado de los ascensos, destacan Cantabria, Navarra y La Rioja, donde los accidentes mortales entre los autónomos aumentaron un 33,3% en 2006.
En total, el año pasado se registraron 128.957 accidentes laborales entre el colectivo, un 1,66% menos que en 2005. Los mayores descensos correspondieron a La Rioja (-7,6%), Castilla y León (-5,9%), Madrid (-4,4%), Castilla-La Mancha (-3,75%) y Andalucía (-3,72%).
Por el contrario, Baleares lideró las subidas, al registrar un 16,3% de accidentes más que en 2005. Le siguieron Cantabria (+5,4%), Aragón (+3,3%), Asturias (+1,7%), País Vasco (1,2%), las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla (+0,98%) y Canarias (+0,63%).
UNO DE CADA CUATRO ACCIDENTES, EN LA CONSTRUCCIÓN
En 2006, cuatro de cada cien autónomos sufrieron algún accidente laboral. La construcción fue el sector más castigado por la siniestralidad, al concentrar uno de cada cuatro accidentes (26,1%). A continuación se situó el comercio, con el 19,7%, y el transporte (18,2%).
La construcción también se encuentra entre los sectores que registraron un mayor número de accidentes mortales entre los autónomos. En concreto, el 38,6% de las muertes en accidente de trabajo se produjeron en la construcción, aunque fue el transporte el que más fallecidos concentró, con casi la mitad de los siniestros mortales.
Por sexos, los hombres acapararon tres de cada cuatro accidentes sufridos en el colectivo. Además, de los 166 autónomos que fallecieron en accidente laboral durante 2006, 152, el equivalente al 91,6% del total, fueron varones.
El 46,6% de los autónomos que se accidentaron el año pasado y el 51,8% de los fallecidos tenían entre 36 y 54 años, la franja de edad más castigada por la siniestralidad laboral. Por su parte, los autónomos menores de 35 años sufrieron el 25,3% de los accidentes mortales y el 25,8% del total de siniestros, en tanto que los mayores de 55 años concentraron el 22,9% de las muertes y el 27,6% del conjunto de accidentes.
El presidente de ATA, Lorenzo Amor, denunció que, aunque la siniestralidad en el colectivo de los autónomos descendió en 2006, las cifras continúan siendo "alarmantes". En este sentido, confió en que la entrada en vigor del Estatuto del Trabajo Autónomo contribuya a configurar "planes preventivos serios" entre estos trabajadores.
Asimismo, destacó la necesidad de articular un plan preventivo global y estable en el tiempo, en el que se impliquen todas las administraciones. "Con medidas aisladas y desarticuladas, como las que se vienen implementado hasta la fecha, no acabaremos con la siniestralidad laboral en el colectivo", advirtió.
