Ascó I deberá mantener un programa especial de vigilancia tras el análisis final del CSN

Actualizado: sábado, 11 julio 2009 22:14


MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

La central nuclear de Ascó I (Tarragona) deberá mantener un programa especial de vigilancia y control a medio y largo plazo del sistema de ventilación del edificio de combustible y, en función de los resultados, deberá reevaluar la situación radiológica del sistema debido a la liberación de partículas radiactivas en esta instalación que tuvo lugar en noviembre de 2007 y que fue notificada al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) en abril de 2008.

Así lo indican las recomendaciones del CSN en el informe radiológico final que hoy remitió al Congreso de los Diputados en respuesta a las resoluciones adoptadas por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio el 16 de diciembre de 2008 tras el suceso de liberalización de partículas que se conoció en esta planta nuclear el año pasado.

Además, según informó el CSN, tras una primera fase de control radiológico de la central, que se centró en la recogida de partículas emitidas durante el incidente, el informe plantea continuar con el proceso de normalización radiológica, con el diseño y ejecución de un programa similar al que están implantando el resto de las instalaciones nucleares en España a petición del organismo regulador.

Así, después del suceso por el que finalmente el Ministerio que dirige Miguel Sebastián impuso una multa de 15,39 millones de euros a la central tarraconense, el titular de Ascó --la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (ANAV)-- realiza un programa integral de refuerzo y mejora de su capacidad de organización y gestión, conocido como el Plan Procura, cuyo diseño e implantación está siendo supervisado por el CSN.

Igualmente, el organismo regulador considera "necesario" mantener y actualizar sus capacidades y las de sus apoyos científicos y tecnológicos para responder ante sucesos similares. Entre estas medidas señala la medición directa sobre el terreno con equipos portátiles, los laboratorios especializados y el refuerzo de las capacidades móviles de detección.

El informe concluye también que de acuerdo a la práctica habitual de verificación de evaluaciones de impacto radiológico, se mantienen los programas de vigilancia ambiental en el entorno de la central, que ya fueron reforzados tras el suceso, y que incluyen mediciones específicas.

SIN IMPACTO PARA LAS PERSONAS NI EL MEDIO AMBIENTE

Una vez concluido el estudio detallado por el grupo técnico de trabajo creado 'ad hoc' y que estuvo presidido por el consejero Francisco Fernández Moreno, el Pleno del CSN "confirma la ausencia de impacto radiológico real en las personas, el alcance limitado de la emisión al exterior, así como el progreso en la normalización radiológica del emplazamiento.

También, se confirma que "no existen dudas" sobre el origen del incidente operativo registrado en noviembre de 2007. Así, se explica que se contaminaron los conductos del sistema de ventilación del edificio de combustible al manejar los lodos radiactivos procedentes de la descontaminación del canal de transferencia de combustible tras la recarga de la unidad I. El informe añade que la emisión de partículas por la chimenea se produjo por el arrastre de la contaminación depositada en los conductos de ventilación del edificio de combustible, compartidos por el sistema normal y el de emergencia, una vez que se puso en marcha el sistema normal no filtrado, el 29 de noviembre de 2007.

Por otro lado, el CSN confirma que la actividad total de las partículas recogidas fuera de los edificios fue de 409 MBq (11,05 milicurios) referidos a 26 de noviembre de 2007. En una primera fase, desde el 14 de marzo al 8 de abril, se procedió a la retirada de las partículas sin individualizar las partículas recogidas, siendo la actividad total recogida de 89,6 MBq. Posteriormente, desde el 9 de abril al 8 de diciembre, se han individualizado todas las partículas recogidas en la medida que ha sido posible.

Posteriormente, en una segunda fase se procedió a la retirada de partículas con actividad de 298 MBq en puntos dentro del doble vallado de la central, 18,5 Mbq en el exterior del doble vallado dentro del emplazamiento de la central, 0,19 MBq en el exterior de la central (talud de la orilla izquierda del río Ebro) y 3,59 MBq en camiones y en la máquina barredora.

No obstante el informe radiológico final del suceso insiste en la ausencia de impacto radiológico real a los trabajadores y al público, tras conocer el término fuente y la actividad emitida, de las características de las partículas y de la distribución y los resultados de los controles radiológicos personales a casi 2.500 personas

De estos isótopos identificados en las partículas, corresponden a productos de corrosión activados, siendo el encontrado en el mayor número de análisis el Cobalto-60 (CO-60) que se usa sobre todo en los internos del reactor y en válvulas.

El documento remitido hoy a la Cámara Baja incide en que la central contaba con los suficientes elementos técnicos y procedimientos para evitar la emisión de partículas al exterior y por este motivo considera que no se gestionaron de forma adecuada los residuos radiactivos en su origen y procesado mediante los sistemas de tratamiento disponibles. Por todo ello, y tras analizar los incumplimientos de la reglamentación vigente y de las condiciones de autorización de Ascó I, el pasado mes de agosto el CSN propuso al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio que abriera un expediente sancionador al titular de la central.