MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
El crecimiento económico en la zona euro ha mostrado cierta "moderación" desde la última reunión para abordar la política monetaria del área del euro, por lo que el Banco Central Europeo (BCE) cree que es importante controlar hasta qué punto este nuevo desarrollo refleja una disminución más prolongada de la demanda.
Así se desprende de las actas de la última reunión del Consejo de Gobierno del BCE que tuvo lugar el pasado 26 de abril, donde, no obstante, se subraya que esta "moderación" se ha producido después de un período de fuerte crecimiento. De esta forma, se considera que podría reflejar en parte una normalización esperada de las tasas de crecimiento excepcionalmente altas del año pasado, aunque también ha admitido la existencia de factores temporales inesperados.
Asimismo, el documento continúa reflejando la confianza de los responsables de la autoridad monetaria en que la inflación convergerá hacia el objetivo de estabilidad de precios en el medio plazo. El instituto emisor añadió que la convergencia de la inflación probablemente se desarrollará solo de manera gradual y que dependerá de una política monetaria "altamente" acomodaticia.
De igual forma, aunque considera que el crecimiento del área del euro podría considerarse "sólido y de base amplia", los riesgos relacionados con factores globales, incluida la amenaza de un mayor proteccionismo comercial, se han vuelto "muy importantes".
Con respecto a la comunicación, el documento revela que el BCE consideró importante destacar que, a pesar de cierta moderación en el ritmo de crecimiento, los indicadores económicos habían seguido siendo consistentes con una expansión "sólida y amplia".
Además, cree que es necesario hacer hincapié en que los riesgos internos que giran en torno a las perspectivas del crecimiento de la zona euro seguían siendo equilibrados en términos generales, al tiempo que ha reiterado la importancia de las '3p': prudencia, persistencia y paciencia.
En este orden de cosas, los miembros del consejo expresaron su preocupación en torno a que los conflictos comerciales podrían no solo tener un impacto adverso en la actividad de los países involucrados a través de la reducción del comercio, sino que podrían tener efectos más amplios como consecuencia de una mayor incertidumbre y una menor confianza.
"Parte de esta incertidumbre estaba relacionada con las próximas decisiones sobre políticas comerciales. También se señaló que las relaciones comerciales turbulentas tenían el potencial de dar lugar a movimientos desordenados en los tipos de cambio y a una mayor volatilidad en los mercados financieros", subraya el documento.
