Economía/Finanzas.- Fidelity no descarta que el BCE cambie de opinión y se convierta en "prestamista de último recurso"

Actualizado: lunes, 28 noviembre 2011 14:04

MADRID, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Banco Central Europeo podría vencer su reticencia a realizar compras ilimitadas de deuda pública de los países miembros de la eurozona, una medida con la que asumiría de forma efectiva su papel de "prestamista de último recurso", según recoge un informe de Fidelity, que apunta que la situación parece dirigirse "inevitablemente" hacia una implicación más activa del BCE en la crisis de deuda en forma de relajación cuantitativa.

El director de inversiones del área de renta variable de Fidelity, Dominic Rossi, señala que el hecho de que los costes de financiación de Italia hayan alcanzado "cotas insostenibles" significa que los mercados han sobrepasado claramente la línea que se dibujó en la reciente cumbre de la Unión Europea.

En este sentido, explica que esta es una característica del patrón que ha caracterizado la crisis de deuda de la eurozona, en la que los mercados están forzando a los inversores y a las autoridades a enfrentarse a "lo impensable" a medida que los acontecimientos que antes se creían improbables se van convirtiendo en posibilidades realistas.

"Creo que la situación se ha vuelto más difícil ahora, porque la oportunidad para que el fondo de rescate europeo, el FEEF, pudiera rescatar a Italia ha pasado. Ahora parece que nos dirigimos inevitablemente hacia una implicación más activa del BCE en forma de relajación cuantitativa", añade.

El informe señala que existen obstáculos a esta medida, como los temores de la institución y de Alemania de que tenga consecuencias inflacionistas o la posibilidad de que se expanda la creencia entre los miembros de la eurozona de que la irresponsabilidad en el gasto público no es tan grave porque siempre está el BCE para rescatarlos.

Además, la institución no está facultada legalmente a comprar deuda pública en el mercado primario y el objetivo de sus compras en el secundario está limitado a aliviar tensiones en el corto plazo. Asimismo, el BCE se opone ideológicamente a imprimir dinero para financiar déficits públicos.

Ante todo esto, recalca que la historia reciente demuestra que el BCE está dispuesto a cambiar de opinión en función de la situación predominante, como ya ocurrió con la compra de deuda pública en el mercado secundario o con la calidad de las garantías aceptadas a cambio de los préstamos a los bancos.

Según Fidelity, cabría esperar que el mero anuncio de esta medida provocara que la deuda pública europea se recuperara y que la renta variable mundial, y especialmente la europea, experimentara fuertes subidas, mientras que las materias primas industriales también deberían verse beneficiadas.