Economía/Finanzas.- Medvedev pide a los bancos que no acaben con las grandes empresas en deuda

Actualizado: lunes, 16 marzo 2009 18:55

MOSCÚ, 16 Mar. (Reuters/EP) -

El presidente de Rusia, Dmitri Medvedev, advirtió hoy a los bancos de su país de que no destruyan a las grandes compañías golpeadas por la crisis, en unos comentarios que podrían significar un guiño al multimillonario endeudado Oleg Deripaska.

"Una situación en la que cierta organización puede parar el trabajo de un gran grupo, incluso si tiene una serie legítima de peticiones, es impermisible", aseguró Medvedev al viceprimer ministro Igor Shuvalov en un discurso.

El asunto de si el Gobierno debería rescatar económicamente a los magnates que se enfrentan a dificultades en el pago de préstamos extranjeros contraídos durante una década de bonanza económica está a la orden del día en plena disputa sobre las medidas contra la crisis necesarias para salvar la economía de Rusia.

Algunas figuras influyentes del Gobierno afirman que un colapso de las principales compañías del país podría llevar a un crecimiento explosivo del desempleo y dañar la estabilidad política y social del país, un asunto que preocupa especialmente al Kremlin.

Aunque Medvedev no nombró a ningún banco o grupo específico, le dijo a Shuvalov que se refería a sus declaraciones del mes pasado en la localidad siberiana de Irkutsk. Entonces, el presidente aseguró que era labor del Gobierno ayudar a las principales corporaciones del país a afrontar sus deudas, pues su caída significaría miles de despidos y una amenaza para la estabilidad pública.

"En aquel momento te dije que usases el poder de la autoridad estatal", explicó Medvedev a Shuvalov. "Si deseas, puedes cambiar la legislación o manejar el asunto individualmente, pero no podemos sacrificar empresas enteras con varios miles de empleados para satisfacer las ambiciones de algunas organizaciones del crédito", le dijo.

El Gobierno ha elaborado una lista de más de mil "compañías estratégicas" que en teoría podrían contar con la ayuda estatal, aunque ha advertido de que la inclusión en ella no garantiza automáticamente la ayuda.

Sin embargo, el hecho de ayudar a los magnates podría significar un riesgo político para Medvedev y para el poderoso primer ministro, Vladimir Putin, que luchan por conseguir un apoyo mayoritario para su política contra la crisis. Otro grupo de altos cargos del Gobierno aboga por centrarse en la ayuda a los bancos para mantener la estabilidad macroeconómica.