El tipo impositivo oscila entre el 0,3% y el 0,5%
BARCELONA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -
El impuesto sobre los depósitos bancarios que ha anunciado este martes la Generalitat prevé deducciones para las entidades de crédito con domicilio social en Catalunya, así como para las sucursales ubicadas en territorio catalán, según el texto del decreto, al que ha tenido acceso Europa Press.
Así, las entidades con domicilio social en Catalunya tendrán una deducción de 200.000 euros sobre la cuota a pagar, y cada sucursal en el territorio cuenta con una bonificación de 5.000 euros, que se elevan a 5.500 si se ubica en un municipio con menos de 2.000 habitantes.
El Govern pretende captar 500 millones anuales con el nuevo impuesto, impide que las entidades bancarias carguen sobre los clientes el coste de este gravamen, y también prevé bonificaciones por los importes destinados a obra social.
Asimismo, se pueden deducir del impuesto los importes de financiación de proyectos de utilidad pública y en general de promoción económica, además de los proyectos de financiación público-privada.
INSPECCIÓN Y SANCIONES
Al tratarse de un impuesto catalán, lo gestionará, recaudará e inspeccionará la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC), aunque serán las propias entidades financieras las que lo deberán autoliquidar anualmente dependiendo de su volumen de depósitos, con un tipo impositivo que oscila --antes de bonificaciones-- entre el 0,3 y el 0,5% del total.
En caso de incumplimiento, la ATC establecerá sanciones siguiendo la normativa estatal tributaria, y considerará infracción muy grave la deslocalización de depósitos procedentes de oficinas catalanas que se contabilicen en sucursales fuera.
La sanción por este supuesto será igual al 50% de la cuota dejada de ingresar en Catalunya por este impuesto, y del 100% en caso de reincidencia.
