Actualizado 28/10/2025 14:04
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El escudo anti-crisis: Lo que todo CFO debe preguntarse

El escudo anti-crisis: Lo que todo CFO debe preguntarse
El escudo anti-crisis: Lo que todo CFO debe preguntarse- COFACE

   Las insolvencias vuelven a subir y las tensiones de liquidez se multiplican. ¿Está tu tesorería preparada para resistir el nuevo ciclo?

   MADRID, 28 Oct. (COFACE/PRESS) -

   El entorno pospandémico ha dejado al descubierto un escenario mucho más complejo de lo que muchos CFO esperaban. Con la retirada de las medidas de apoyo, el aumento de los costes operativos la guerra comercial y unas condiciones financieras más exigentes, las empresas se enfrentan a un contexto de mayor vulnerabilidad.

   La liquidez se ha convertido en un recurso escaso y las cadenas de suministro, tensionadas, no ofrecen margen para el error. A esta realidad se suma una transformación profunda en los patrones de consumo y notables diferencias entre las respuestas económicas y legislativas de los distintos países.

    El resultado es una evolución desigual, y preocupante, de las insolvencias en Europa y otras economías avanzadas. Sin ir más lejos, en España, según un análisis de Coface, los concursos de acreedores se han incrementado un 29,4 % respecto a los niveles prepandemia (2019) y un 12,6 % frente a 2023. La pregunta que debería quitarte el sueño no es si tu sector va a sufrir, es cuánto va a sufrir, y, más importante, qué tienes preparado para que no te arrastre.

   EL VERDADERO COSTE DE UN IMPAGO

   Aquí viene lo que muchos CFOs no se atreven a contar: el daño real de un impago va mucho más allá del dinero que pierdes en la factura.

   Piénsalo por un momento. Cuando un cliente no paga, no solo desaparece esa venta. Desaparece también el margen de beneficio. Se te congela el capital de trabajo que necesitas para otras cosas. Y luego está lo invisible: las horas que dedica tu equipo legal y financiero a perseguir ese cobro que nunca llega. Son recursos que podrían estar innovando, expandiendo y creciendo.

    Ese es el problema de reaccionar tarde: te vuelves reactivo, defensivo. Y un CFO defensivo hace siempre lo mismo: frena. Dice no a clientes nuevos, rechaza sectores que le dan miedo, cierra puertas a mercados volátiles. Es lógico (y prudente) pero también es el camino seguro hacia el estancamiento.

    La consecuencia es brutal: el dinero que debería estar financiando tu crecimiento, tu digitalización, tu expansión geográfica y termina atrapado en una cartera de clientes problemáticos. El riesgo de impago no gestionado no es solo un problema financiero. Es un lastre sobre tus inversiones, sobre tu ambición comercial, sobre tu futuro.

   LA SOLUCIÓN: LA INFORMACIÓN COMERCIAL

   Aquí es donde entra Coface. Pero no como "ese proveedor de seguros más"; que tienes en la base de datos. Sino como lo que realmente debería ser: una herramienta inteligente de gestión de riesgo comercial.

   La idea es simple pero poderosa: antes de vender, antes de asumir un riesgo, tienes información real, también llamada información comercial. Coface monitoriza continuamente a más de 200 millones de empresas en todo el mundo. Es Big Data de riesgo, actualizado en tiempo real, que te responde preguntas cruciales:

  • ¿A quién puedo vender con seguridad?
  • ¿Cuál es el límite de crédito que tiene sentido con este cliente?
  • ¿Qué pasaría si los números en este sector se deterioran?

   Esa información te cambia el juego. No solo por el análisis inteligente de datos, sino porque detrás también hay analistas financieros dándoles sentido en base a tu empresa, a tu sector, a los países donde operas. Ya no vendes "esperando"; que todo salga bien. Vendes sabiendo dónde están los riesgos reales.

   Y si aun así pasa algo-porque la vida real no siempre coopera-, el seguro está ahí. Puede cubrir hasta el 90% de tu pérdida neta, así que recuperas la liquidez rápido. Pero, además, Coface maneja el recobro en el extranjero. Olvídate de abogados en jurisdicciones raras, de trámites opacos, de negociaciones eternas. Ellos lo gestionan.

DE GASTO A ESTRATEGIA

   Aquí está lo importante: el seguro de crédito deja de verse como un coste fijo en la contabilidad. Se convierte en lo que realmente es: capital circulante que te permite crecer sin parálisis, sobre todo, si se acompaña con información comercial.

   Coface lo entiende y, por eso, ofrece modelos flexibles. No pagas por lo que no usas. La tarificación se ajusta a tu facturación real, a tu dispersión geográfica, a tu situación. Hay soluciones modulares, coberturas para proyectos específicos. Todo pensado para que tu inversión en protección sea proporcional y tenga sentido para tu ROI. Incluso, te permite contratar de manera separada los servicios de sus tres líneas de negocio: Información Comercial, Seguro de Crédito y Recobro de Deudas.

   Las empresas que crecen en tiempos difíciles son las que tienen el coraje de vender más, pero respaldadas por datos sólidos y protección real. El reto es hacer exactamente eso: blindarse, informarse, y crecer sin miedo.

(Información remitida por la empresa firmante)

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