MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha dibujado un futuro sombrío para el sistema público de pensiones si no se lleva a cabo una pronta reforma y ha lanzado un llamamiento a los grupos parlamentarios para dejar a un lado "negacionismos", llevar a cabo un debate "leal" y "no partidista", y acordar mecanismos que garanticen que "permanezca a flote".
No obstante, ha garantizado que el futuro de las pensiones queda garantizado con el texto propuesto por el Gobierno y ha avanzado que buscará el consenso y el acuerdo "hasta el final" con aquellos que quieran trabajar en favor del interés común.
Así lo ha indicado durante su intervención en el debate de totalidad de la norma, a la que todos los partidos han presentado sendos vetos, en el que ha asegurado que mientras el gasto en prestaciones contributivas no deja de incrementarse, hasta un 76% en 10 años, el "combustible", esto es, los ingresos por cotizaciones, previsiblemente no permitirán sanearlo hasta 2016.
Por ello, ha señalado que "no se puede dejar pasar el tiempo, mientras se hacen declaraciones grandilocuentes". "Podemos debatir sobre todo lo que ustedes quieran, pero no sobre los datos oficiales", ha añadido.
La ministra de Empleo ha admitido que la reforma de las pensiones de 2011 partía de un análisis de la situación certero, pero equivocado "en las magnitudes". Aquella reforma, ha recordado, esperaba que el sistema entrara en déficit en 2018, pero ya entonces estaba "latente" dicho desequilibrio.
Así, el conjunto de las administraciones de la Seguridad Social acumulará entre 2012 y 2016 un déficit de hasta 47.000 millones, según ha dicho, por lo que "la realidad se ha impuesto con rotundidad y ha llegado el momento de ser honestos con las magnitudes", ha añadido.
Dicho esto, ha asegurado que el proyecto de Ley de reforma de las pensiones que ha presentado el Gobierno "es la garantía de la sostenibilidad del sistema público de pensiones en el largo plazo". Con esta reforma, ha dicho "el barco no se hundirá, permanecerá siempre a flote".
EL DEBATE DEL PODER ADQUISITIVO.
Por otro lado, Báñez ha salido el paso de las críticas que hasta ahora se han vertido sobre la reforma de las pensiones en el sentido de que podría llevar a una pérdida a largo plazo del poder adquisitivo de los pensionistas.
En este punto, ha explicado que la nueva fórmula de revalorización de las pensiones cuenta con un mínimo del 0,25% anual y un máximo del IPC más del 0,25% para los tiempos de bonanza.
Por ello, ha defendido que "el sistema ofrecerá en cada momento lo que pueda ofrecer a los pensionistas", y ha asegurado que "cada año las pensiones subirán en España, no se congelarán, y mantendrán su poder adquisitivo en el medio y largo plazo".
"Estamos diciendo algo tan importante como que por ley, repito por ley, se va a garantizar que la prosperidad de España se repartirá en primer lugar entre los pensionistas gobierne quien gobierne", ha remachado.
