Economía.- Brown afirma que la gestión laborista permitirá superar la "primera crisis financiera de la nueva era global"

Actualizado: jueves, 4 septiembre 2008 18:37

Insiste en el carácter "sin precedentes" del actual contexto y ve la economía británica "mejor situada" que nunca para afrontarlo

LONDRES, 4 Sep. (de la corresponsal de EUROPA PRESS, Eva Martínez Millán) -

El primer ministro británico, Gordon Brown, garantizó hoy que la gestión del Laborismo en materia económica ha dejado a Reino Unido "mejor posicionado" que nunca para responder a reveses como los que afronta ahora ante la "primera crisis financiera de la nueva era global".

En su primer análisis después de que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pronosticase que las islas serán el único miembro del G-7 que entrará en recesión, Brown reivindicó los logros obtenidos en los 11 años que el partido lleva en el poder, de los cuales hasta diez lo tuvieron a él como ministro de Hacienda, y se mostró convencido de que "claramente" la economía británica está "mejor situada para capear la tormenta global de lo que lo estaba en los 70, en los 80 y en los 90".

No obstante, en una intervención ante líderes empresariales en Liverpool, aprovechó para subrayar el carácter "sin precedentes" de las nuevas circunstancias internacionales, en las que se combina el aumento de la presión de los precios de hidrocarburos y alimentos con la crisis de crédito que estalló hace un año en Estados Unidos y que se extendió al resto del planeta.

Brown, que en las próximas semanas prevé presentar la estrategia económica con la que recuperar la devastada confianza de los ciudadanos y de su propio partido, declaró que Reino Unido puede aprovechar la "flexibilidad" de su mercado laboral y los bajos intereses para evitar los efectos de la crisis, si bien hoy mismo el Banco de Inglaterra (BoE) confirmó el mantenimiento de los tipos en el 5 por ciento pese a las reiteradas apelaciones a una rebaja como reacción a la delicada situación de la economía.

"Estamos enfrentándonos, creo que la gente mirará atrás y lo dirá, con la primera crisis financiera de la nueva era global", reiteró, si bien apuntó que tanto la independencia de la que goza el BoE en política monetaria, como los niveles récord de empleo alcanzados y la inversión en servicios públicos permitirán a la economía británica "aislarse" de las peores consecuencias de la crisis.

USAR TODOS LOS RECURSOS

En este sentido, pese a asumir que "ningún gobierno puede esperar proteger a sus ciudadanos del pleno impacto de la crisis de crédito global o la espiral de precios", se comprometió a "usar todos los recursos de los que se dispone para hacer todo lo que se pueda para ayudar a las familias y a las empresas a superar estos tiempos de dificultades".

Para ello, garantizó "decisiones correctas a largo plazo para el país" que pasarán por reducir la dependencia de los combustibles fósiles y la energía foránea, especialmente ante amenazas como la que representa Rusia en la actualidad, planes de reforma generalizados e inversión en formación.

No obstante, el análisis ante el debate sobre el futuro de la economía británica fue el único acometido por el primer ministro en torno a los frentes abiertos en Reino Unido, ya que ni en su discurso aludió al cuestionamiento a su liderazgo, ni posteriormente quiso responder a los requerimientos de los medios de comunicación tras la última personalidad en plantear su salida del poder, el ex ministro de Interior Charles Clarke.