España firma junto con otros siete países de la UE un documento en defensa de la Europa social
MADRID, 14 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, respondió hoy a la OCDE, --que ayer recomendó a España que abarate el despido de los trabajadores indefinidos--, que el desarrollo económico "no es incompatible con la defensa de los derechos de los trabajadores".
Caldera, que presentó hoy un documento en defensa de la Europa social suscrito con otros países de la UE, indicó que no se puede competir en un mundo globalizado recortando los derechos sociales de los trabajadores, sino que, más bien al contrario, el Gobierno español apuesta por que Europa "mantenga y refuerce sus niveles de protección social".
"No vamos a aceptar nunca un recorte de los derechos de los trabajadores", reiteró Caldera, tras afirmar que, aunque el Gobierno respeta las opiniones de la OCDE, es "deseable y posible" una agenda social europea.
En este sentido, añadió que España ya ha hecho sucesivas reformas laborales "y no parece que hayan ido tan mal", dado que la economía ha pasado de una tasa de paro del 24% al 8%. "Parece que la estrategia ha sido exitosa y esta estrategia no se construye sobre el deterioro de los derechos de los trabajadores, sino sobre el refuerzo de los mismos", reiteró.
En cuanto al documento en defensa de la Europa Social, suscrito por España y otros siete países de la UE (Bélgica, Bulgaria, Chipre, Francia, Grecia, Hungría e Italia), Caldera destacó que los estados europeos "hoy no serían lo que son" si desde Europa no se hubieran impulsado "importantes políticas sociales", por lo que apostó por reforzar el modelo social europeo.
DEFENSA DEL MODELO SOCIAL EUROPEO
El ministro español, que presentó hoy el documento, junto con sus colegas de Grecia, Italia y Francia a través de una videoconferencia, confió en que el relanzamiento institucional de la UE como consecuencia de la ampliación suponga también un impulso adicional de defensa de las políticas activas de empleo, de las políticas sociales, de la igualdad de oportunidades y de la puesta en marcha de una política común europea en materia de inmigración.
Así, confió en que la actual Presidencia de la UE, en manos de Alemania, y las presidencias sucesivas hagan suyo el documento 'Un nuevo impulso para la Europa Social', al que invitó a sumarse a otros países de la UE.
El documento defiende la necesidad de que el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea configuren conjuntamente una visión de futuro para la Europa Social, promoviendo las reformas y las adaptaciones vinculadas a la globalización, a las reestructuraciones industriales, a las innovaciones tecnológicas, a la demografía y a las migraciones, en beneficio del empleo y la calidad en el trabajo.
Además, los países que han firmado el documento entienden que la Europa de los 27 "no puede reducirse a una zona de libre comercio sino que debe garantizar el equilibrio indispensable entre la libertad económica y los derechos sociales, de manera que el mercado interior pueda convertirse en un espacio regulado también a nivel social".
Por ello, hacen un llamamiento a la UE para que se comprometa a promover los principios y valores de su modelo social a nivel internacional. "Para contribuir a una globalización más justa y equilibrada es necesario generalizar las cláusulas sociales en los acuerdos comerciales de la UE con países terceros, alentar la toma en consideración de los derechos del trabajo definidos por la OIT y promover un trabajo digno para todos", añaden.
