Actualizado 23/01/2007 11:17

RSC.- Se entregan desde mañana los Premios 'Ojo Público' en el Foro Económico de Davos a las empresas menos ejemplares

Presentada recientemente la lista de 40 'nominadas' a estos galardones, se encuentran en otras Ikea o el laboratorio Novartis


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

Desde mañana y hasta el día 28 de este mes, tendrá lugar la cita más esperada del año para los activistas y ONG antiglobalización: el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos (Suiza) que será aprovechado por esta organización para hacer entrega de sus galardones 'Ojo Público Davos 2007' (The Public Eye on Davos), que "premia" año tras año a las empresas menos ejemplares en respuesta a esta macro-cumbre considerada "un circo de grandes personalidades", según señala uno de sus portavoces, el activista Oliver Classen.

Según Classen, miembro de la organización de los Premios, estos galardones buscan mostrar "el lado oscuro de la brillante medalla de la globalización", por lo que en esta edición 2007 se encuentran 'nominadas' 40 empresas, entre ellas, la firma sueca Ikea, la farmacéutica Novartis o la aeroespacial Ruag Holding.

Las organizaciones civiles suizas 'Declaración de Berna' y 'Pro Natura' presentaron el pasado jueves la lista definitiva de firmas nominadas a este "anti-premio" para la peor empresa; es decir, "aquella que haya mostrado un comportamiento ajeno a los principios de respeto social, al Medio Ambiente o que haya podido eludir pagos fiscales".

La ceremonia de entrega de los Premios tendrá lugar mañana, coincidiendo con el comienzo del WEF en Davos, cita a la que acuden unos 2.000 miembros del 'selecto' grupo de líderes internacionales del mundo de la economía.

"Nuestros anti-premios señalan a los miembros del WEF y a otros consorcios a los que la opinión pública observa", afirmó Classen, responsable de los galardones e integrante de la 'Declaración de Berna', una organización que trata de convertirse en voz de denuncia en Suiza "donde muchas empresas y multinacionales tienen su sede".

POR "UN POCO MÁS DE JUSTICIA"

"Nuestra función en Davos es ofrecer una plataforma para hacer presión con el fin de que los consorcios suizos, muchos de los cuales se encuentran en África, Asia y Latinoamérica --como por ejemplo la minera suiza Xstrata--, sepan que seguimos sus pasos", explicó Classen.

A la hora de la credibilidad de estas ONG, Classen puntualiza que la información que hacen pública sobre las empresas es confirmada por ellos mismos y otras organizaciones internacionales serias con las que trabajan. "Buscamos ofrecer la mejor información y nuestro interés se centra en obtener un poco más de justicia, mientras que las multinacionales sólo se inclinan por aumentar su beneficios económicos", agrega.

"La explotación sistemática de la tierra y de las personas sigue siendo aún la base comercial de la mayoría de las grandes empresas", agregó Classen.

A su juicio, hay incluso un retroceso en los contactos de la sociedad civil con el WEF, y para explicar estos cambios estará presente en la entrega de premios de la 'Mirada Pública sobre Davos' el director de Greenpeace International, Gerd Leipold.

Por su parte, Sonja Ribi de 'Pro Natura', que defiende la explotación de materias primas de forma ecológica y que también forma parte de la organización de los Premios, insistió en la importancia de "imponer reglas" para evitar los comportamientos social y ecológicamente irresponsables de las empresas.

Los Premios, según explicó, también tienen su parte positiva, ya que la organización también galardona a entidades o empresas cuyo comportamiento es ejemplar. El pasado año, la primera vez que fue concedido este reconocimiento, el ganador fue para el sindicato mexicano SNRTE y las organizaciones alemanas Germanwatch y FIAN, que protestaron por el cierre ilegal de la fábrica de neumáticos Continental en El Salto, Jalisco (México).

"Ciertas empresas consideran que la responsabilidad social se traduce sólo en filantropía y donativos", sostiene por su parte el experto en RSC de la 'Declaración de Berna', Andreas Missbach. "Hay multinacionales con una Fundación para financiar proyectos sociales o culturales, proyectos muy loables, pero la RSC concierne a la empresa misma, en sus actividades de base", añadió.

Hechos y no sólo el 'bla bla bla' del WEF es lo que exigen estos movimientos, a los que se han unido miembros de la sociedad civil helvética, como el caso del joven Grégoire Vuilleumier, presente en la conferencia de prensa de los finalistas de estos Premios y que también estará en Davos en las manifestaciones de protesta callejeras que se preven ante el próximo encuentro del Foro Económico Mundial.