RSC.- Una investigación demuestra que la Agricultura tiene impacto reducido en las emisiones de CO2

Actualizado: jueves, 25 octubre 2007 21:43

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MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

La erosión del suelo causada por la explotación agrícola posee un impacto reducido sobre las emisiones de CO2 a la atmósfera que tienen un origen humano, según un estudio internacional en el que ha participado el español Juan Vicente Giráldez, de la Universidad de Córdoba, y que se publica esta semana en la revista 'Science'. Los resultados muestran que la actividad agrícola promueve la absorción de una cantidad de dióxido de carbono (CO2) equivalente al 1,5 por ciento de las emisiones anuales de combustibles fósiles.

El descubrimiento contrasta con evaluaciones anteriores que señalaban que la erosión suponía una fuente adicional de carbono a la atmósfera equivalente a añadir un 13 por ciento más de emisiones anuales procedentes de combustibles fósiles. Los resultados también contradicen la noción contraria de que la erosión en realidad contrarresta más del 10 por ciento de las emisiones de los combustibles fósiles.

La erosión agrícola moviliza grandes cantidades de sedimentos sobre la superficie del planeta, pero no se había aclarado hasta el momento si este proceso contribuía con más carbono al ciclo global o lo eliminaba.

Según explicó a Europa Press Rafael Giráldez, "aunque el efecto directo de la erosión en los niveles de CO2 en la atmósfera no es muy importante, en el estudio se muestra que cantidades elevadas de carbono son desplazadas por la erosión y enterradas en las cuencas predominantemente agrícolas".

Por este motivo, el suelo cambia continuamente, así aguas arriba la erosión deja al descubierto horizontes más profundos con menor concentración de carbono reactivo, mientras que, aguas abajo, se forman suelos con los sedimentos ricos en carbono que allí se depositan, explica el investigador. "Es preciso pues incluir la contribución de la erosión y la sedimentación en los estudios de la dinámica del carbono".

Los científicos, procedentes de Estados Unidos, Reino Unido, Dinamarca, Portugal y España y dirigidos por Frank Van Oost, de la Universidad Católica de Lovaina en Heverlee (Bélgica), utilizaron el caesium 137, un subproducto radioactivo, presente en todo el mundo para seguir el movimiento del suelo alrededor de los terrenos agrícolas. El método permitió a los científicos predecir la cantidad de carbono que se esperaba encontrar en áreas de erosión y deposición del suelo.

Al comparar estas predicciones con las cantidades medidas de carbono en 1.400 localizaciones de Europa y Estados Unidos, los investigadores identificaron los suelos que habían actuado como sumideros de carbono y los que lo habían hecho como fuentes. También establecieron la fracción de carbono que era movilizada en los lugares de erosión, lo que permitió calcular el efecto de la erosión sobre el ciclo global del carbono.

Los resultados muestran que estos sumideros de CO2 representan el equivalente al 1,5 por ciento de las emisiones anuales de combustibles fósiles. Por ello, la erosión agrícola parece no tener un impacto significativo sobre la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera y no necesita ser considerada como un agente primario del calentamiento global.

"Desconocemos cómo evolucionará ese carbono en el futuro, aunque es posible que, si la temperatura aumenta, aumente con ella la velocidad de descomposición del material depositado lo que puede conllevar otros cambios", añade Giráldez.