Actualizado 01/03/2007 17:52

RSC.- La ministra de Comercio Exterior de Francia define la globalización como un proceso "ambiguo e imperfecto"

Según Lagarde, las empresas tienen que "cumplir obligaciones en materia de RSC para combatir las consecuencias negativas de ésta"


MADRID, 1 Mar. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Comercio Exterior de Francia, Christine Lagarde, afirmó hoy, en el marco de una conferencia ofrecida esta mañana en la sede de Madrid de la European School of Management (ESCP), que la globalización es un fenómeno "ambiguo, complejo e imperfecto" que aporta soluciones a los problemas actuales pero que también "crea desafíos".

Qué papel cumplen los europeos en la globalización y qué consecuencias tiene el proceso de mundialización para una sociedad futura más responsable y sostenible son las cuestiones que planteó la ministra durante su intervención en esta conferencia, que estuvo presidida por el Embajador de Francia en España, Claude Blanchemaison, y el director de ESCP-EAP España, Marco Fernández.

Como defensa, Lagard señaló que la globalización "ha permitido en los últimos 20 años sacar de la pobreza a 350 millones de personas en África y Asia, principalmente", afirmó Lagard, y que "ha favorecido la lucha por la libre circulación de capitales y personas, permitiendo así bajar los tipos de interés para adquirir bienes de consumo al resto de la población".

Sin embargo, la ministra reconoció que existe una imagen negativa de la globalización favorecida por los medios de comunicación, "quienes a menudo nos muestran más los aspectos negativos que los positivos". A su juicio, las dificultades principales a las que se enfrenta este fenómeno son "a largo plazo", ya que existe un factor de preocupación e incertidumbre que invita a la población a "preferir el proteccionismo frente a la globalización".

PROCESO IMPERFECTO

Asimismo, la ministra reconoció que el proceso de globalización es "imperfecto" porque las reglas de juego, de la competencia --que no siempre es libre y perfecta-- "no son siempre justas".

Además, existe un gobierno mundial que funciona como "islas", criticó Lagard. "La ONU, la OIT, el Banco Mundial, etc, se conocen pero no consiguen trabajar de forma conjunta, y esto impide avanzar hacia una globalización organizada".

Por otra parte, dijo, "son necesarias una serie de medidas dirigidas a ayudar a los excluidos de esta globalización, a los países más necesitados", ya que, según Lagard, "no se ha hecho lo suficiente".

Para superar estas dificultades es imprescindible "una globalización más responsable, más leal y más sostenible", --afirmó coincidiendo con el título de su conferencia--, donde los primeros que tienen que asumir responsabilidades son los consumidores, porque "como ciudadanos podemos elegir qué productos consumir", dijo en referencia al cumplimiento de las empresas de los acuerdos y tratados internacionales, así como de los sistemas de transparencia.

Pero no son los ciudadanos los únicos responsables, para la ministra, "el Estado también tiene que asumir responsabilidades respecto a su población", responsabilidad de invertir en educación, en I+D, mejorar la economía y "ayudar a combatir los efectos negativos de la globalización y a los excluidos en este proceso".

Por último, las empresas tienen que tener también, en este sentido, "obligaciones en materia de responsabilidad social y cumplirlas".

Para Lagard, es necesario plantear iniciativas que controlen la globalización a favor del hombre tales como "instrumentos sancionadores más exhaustivos a favor de la libre competencia y las reglas del comercio internacional", defender la propiedad intelectual y controlar los problemas globales como el calentamiento del planeta, "a partir de cláusulas de sobreexplotación de los recursos, por ejemplo".

Para lograr este objetivo tiene que existir "una estrecha colaboración entre la OIT, la OMC, y todos los actores del gobierno mundial", concluyó Lagard.