LLEIDA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) anunció esta mañana en Lleida que endurecerá y si cabe, radicalizará, las movilizaciones si las administraciones no ayudan al sector agrícola. Así lo anunció el coordinador territorial de UP en Lleida, Josep Cabré, durante una manifestación en Lleida que congregó a más de un centenar de payeses y una treintena de tractores.
Cabré también aseguró que repetirán las protestas en los sitios donde se encuentre el conseller de Agricultura de la Generalitat, Joaquim Llena, y que el sindicato "será la piedra en el zapato de Llena".
La movilización de Lleida se enmarca dentro de la serie de protestas organizadas por UP en todo el territorio catalán, que se iniciaron ayer en Tarragona y varias ciudades de Barcelona, y hoy continuaron en Girona y Vilafranca del Penedès (Barcelona). Además, el sindicato ya ha anunciado que se movilizará el 12 de diciembre en Madrid.
UP denuncia la pasividad y la incompetencia de las administraciones y reclama medidas que ayuden a superar la crisis que el sector agrícola padece desde hace meses. Según Cabré, "cada año hay mil payeses menos en Catalunya", de los 30.000 que se han contabilizado actualmente. Según el sindicato, el aumento de los costes de producción y la caída de los precios percibidos por los payeses ponen al límite la viabilidad de las explotaciones.
Los agricultores aseguran que han salido a la calle "para hacerse respetar" y reclaman a la administración que realice controles efectivos y rigurosos en la importación que fomenta la competencia desleal y que se establezcan ayudas para salvar las empresas en crisis. UP también reclama medidas fiscales para paliar el incremento del precio de los fertilizantes y el carburante, y la creación de una ley de comercio que regule el precio del cerdo, ya que los payeses pierden unos 20 euros por animal.
La manifestación empezó a las 11 de la mañana bajo el lema 'Por la dignidad de la payesía: basta de incompetencia ante la crisis' delante de la sede de la Delegación de la Generalitat en Lleida, y finalizó sin incidentes ante la Subdelegación del Gobierno central, donde se leyó un manifiesto.
