MADRID, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Air Madrid, José Luis Carrillo, y tres altos cargos de la aerolínea declararán el viernes ante el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Fernando Grande Marlaska, como imputados por un presunto delito de estafa por continuar vendiendo billetes después de haber tomado la decisión y antes de anunciar la suspensión de actividades de la compañía.
Esta será la primera diligencia judicial que se lleva a cabo contra los directivos de la extinta compañía. Además de Carrillo, declararán el adjunto al presidente, Julio Miguel Martínez Sola; la directora del departamento de Ventas, Silvia Avelar Bravo, y el director del departamento de gestión, Juan Barjau Romero.
La citación judicial se hizo pública el 3 de abril después de que el pasado mes de diciembre el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo dictase un auto en el que se declaraba competente para investigar la denuncia presentada el día 18 de ese mes por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) contra Air Madrid por los delitos de estafa y fraude a los consumidores. La Asociación General de Consumidores (Asgeco) también denunció a Air Madrid por estos delitos y está personada en la causa como acusación particular.
Air Madrid suspendió sus actividades el 15 de diciembre después de que el Ministerio de Fomento le amenazara con retirarle la licencia de vuelo debido a que no había subsanado sus problemas de los últimos meses, ha informado la compañía.
VENTA DE BILLETES HASTA EL FINAL
El auto, de dos páginas, declaraba la competencia de la Audiencia Nacional para investigar a Air Madrid, por la venta de billetes para volar por parte de la compañía "con conocimiento de que los vuelos no se iban a realizar", lo que habría causado un perjuicio a "una generalidad de personas y causado un grave perjuicio a los consumidores".
La organización de consumidores apuntaba que la "relevancia penal" de dichos acontecimientos radica en que en los días anteriores a la suspensión de las operaciones de Air Madrid, la aerolínea siguió vendiendo billetes "con total normalidad" y apuntó que una medida como la de suspender todos los vuelos en todo el mundo "requiere una preparación previa".
En la denuncia de la OCU, se solicitaba que el administrador de Air Madrid, José Luis Carrillo, declarase en calidad de imputado. La organización explicaba en la misma que Air Madrid ha sido "polémica" por sus "constantes y graves retrasos", que llevaron al Ministerio de Fomento a abrir un expediente a dicha empresa por sus incumplimientos.
Asimismo, agregaba que la aerolínea decidió de forma "inopinada" suspender sin previo aviso todos sus vuelos, "dejando en tierra a unos 100.000 afectados", que se han sentido "estafados" por la compañía, que "no asume responsabilidad alguna por su conducta".
También, señalaba que las actuaciones de Air Madrid -la compañía publicó un comunicado "muy elaborado", cerró su web, organizó las cancelaciones de vuelos en todo el mundo- "llevan a pensar" que la empresa podía tener pensado suspender actividad mucho antes, pero que "ha seguido vendiendo a sabiendas de su seguro incumplimiento".
