Un asesor de Álvarez dice que es una pérdida "irreparable", pero asegura que el grupo saldrá adelante

Actualizado: domingo, 5 julio 2015 2:51


MADRID, 14 Sep. (EUROPA PRESS) -

Fabián Márquez, asesor de Isidoro Álvarez desde hace 30 años, ha calificado de "irreparable" la pérdida del presidente de El Corte Inglés, Isidoro Álvarez, si bien ha asegurado que el grupo saldrá adelante, teniendo en cuenta que el empresario ya había adoptado medidas en los últimos tiempos para que su desaparición no afectara a la compañía, entre ellas el fichaje de Manuel Pizarro.

"La pérdida será irreparable para todos, pero probablemente la empresa no tendrá demasiados problemas y sabrá salir adelante, haciendo honor a la trayectoria de Isidoro Álvarez al frente de El Corte Inglés", ha destacado Márquez en declaraciones a Canal 24 horas, recogidas por Europa Press.

Entre las últimas medidas adoptadas por Álvarez destacan el fichaje del empresario Manuel Pizarro, que fue nombrado este verano adjunto a la presidencia de El Corte Inglés, y posteriormente entró en el consejo de administración del grupo de grandes almacenes.

Con su incorporación al máximo órgano de gobierno del grupo, que pasa a estar compuesto por nueve miembros, la figura de Pizarro adquiere más peso y relevancia dentro de la organización.

La de Pizarro era una apuesta personal de Isidoro Álvarez para contar con una figura de referencia con la que reforzar el área financiera del grupo, una vez culminada la refinanciación de deuda y abierta la puerta de nuevas líneas de financiación con la apelación a los mercados, tras cerrar en 2013 la primera emisión de bonos de su historia por importe de 600 millones.

Antes del fichaje de Pizarro, Álvarez ya había colocado a su sobrino Dimas Gimeno como director general de la compañía.

LA EMPRESA ERA "SU VIDA ENTERA".

Tras resaltar que la empresa era "su vida entera", Márquez ha destacado que Álvarez era un empresario "extraordinario" que creía en el movimiento asociativo empresarial "pegado al terreno" y ha destacado que trabajaba "sin importarle los días, festivos y domingos", con una "visión clara de lo que debía hacer" y preocupado "por su gente", sobre todo en estos años marcados por la crisis.

"Era un hombre poco corriente, que le preocupaba satisfacer las demandas del personal", ha señalado.