MADRID, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
El beneficio neto del grupo químico alemán Basf entre enero y septiembre registró un retroceso interanual del 4%, situándose en 4.359 millones de euros, según informó la multinacional, que confirmó el empeoramiento de sus expectativas anuales por el deterioro del crecimiento económico a raíz de las tensiones comerciales y por factores puntuales como los costes de integración de activos de Bayer.
En este sentido, el presidente de Basf, Martin Brudermüller, señaló que el bajo caudal del Rin tuvo un impacto negativo sobre el negocio de la compañía a lo largo del tercer trimestre, "provocando recortes de la producción y mayores costes de transporte", mientras que en el mismo periodo del año pasado el clima fue "considerablemente más favorable".
Asimismo, Brudermüller reconoció que "los retos del entorno macroeconómico están aumentando".
De hecho, la multinacional advirtió de que, en el tercer trimestre, el crecimiento de la producción industrial fue inferior a las expectativas, principalmente por la situación del sector automotriz en septiembre, añadiendo que la introducción de nuevos estándares de emisiones ha tenido un impacto en Europa.
"También se están viendo los efectos del conflicto comercial entre EEUU y China, provocando una ralentización del crecimiento económico en Asia, particularmente en China", añadió la empresa.
Así, en el tercer trimestre del ejercicio, la química alemana obtuvo un beneficio neto de 1.200 millones de euros, cifra que representa una caída del 10,2% en comparación con el mismo periodo de 2017, a pesar de que sus ventas entre julio y septiembre crecieron un 7,5%, hasta 15.606 millones.
De este modo, Basf confirmó la revisión a la baja de sus expectativas efectuada el pasado mes de septiembre, cuando anticipó que su resultado de explotación antes de amortizaciones registrará "un considerable descenso" este año, frente a su anterior previsión de una ligera bajada.
