Cándido Méndez no ve "presión" en el plazo dado por el Gobierno

Primer plano de Cándido Méndez
EP
Actualizado: viernes, 22 enero 2010 11:34

MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, no interpreta "como una concesión ni tampoco como un elemento de presión" el hecho de que el Gobierno haya aceptado retrasar hasta el 5 de febrero la presentación en Consejo de Ministros de sus propuestas para la reforma del mercado laboral.

Méndez, en declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, consideró "lógico y razonable" que el Ejecutivo haya atendido la petición de los agentes sociales para que, antes de abordar el diálogo tripartito sobre la reforma laboral, sindicatos y empresarios puedan despejar primero el marco de la negociación colectiva para 2010 y posiblemente para años sucesivos.

Ello, reconoció el dirigente sindical, obligará a CC.OO., UGT, CEOE y Cepyme "a ser muy ágiles" en la negociación, porque, según dijo, es un tema que "no se puede prolongar indefinidamente".

Para Méndez, que el aplazamiento haya sido de dos semanas y no de tres o de más tiempo es un "tema menor" porque lo importante, dijo, no es el tiempo, sino que haya voluntad. "Si hay voluntad hay tiempo suficiente y yo creo que hay voluntad", apuntó.

Así, y desde la "prudencia" y aunque no quiso hablar de "avances", destacó que sindicatos y empresarios han alcanzado un diagnóstico común de la situación, lo que les permite ir avanzando en la búsqueda del acuerdo de negociación colectiva.

Además, Méndez opinó que, a la hora de hacer posible el acuerdo, podría pesar "en el ánimo de la patronal" la experiencia que supuso que en 2009 no hubiera un marco para la negociación colectiva. "No ha sido una experiencia positiva, sobre todo para la patronal. No puedo decir lo mismo para los sindicatos, porque el incremento salarial en términos redondos fue del 2,6%", apuntó.

"Yo creo que lo que ha ocurrido es que hemos aprendido, todos, de la experiencia. La experiencia nos ha servido a todos y sobre la experiencia y fracasos del año pasado, ese aprendizaje, puede ser uno de los factores que nos empuje a llegar a un acuerdo", aseguró.

El dirigente de UGT indicó que tanto lo ocurrido en 2009 con los convenios como el hecho de que los sindicatos hayan planteado esta vez un acuerdo a más años (periodo 2010-2012), podrían ayudar en el camino al acuerdo.

En este punto, señaló que la CEOE coincide en la idea de los sindicatos de que el acuerdo debería abarcar más de un año, aunque precisó que la patronal no comparte exactamente el periodo propuesto por CC.OO. y UGT. Con todos esos mimbres, y con voluntad, Méndez consideró que podrían alcanzar un acuerdo "allá por principios de febrero".

NO A UNA REBAJA GENERALIZADA DE COTIZACIONES.

En materia de pensiones y preguntado por si su sindicato aceptaría una rebaja de cotizaciones empresariales a la Seguridad Social, Méndez afirmó que no lo haría, "fuera cual fuera" la cuantía que se propusiera, aunque precisó que estaría dispuesto a estudiar un recorte "temporal" de cuotas para sectores determinados y muy afectados por la crisis, siempre con el objetivo de mantener el empleo.

Entre dichos sectores, Méndez citó por ejemplo las manufacturas industriales o los vinculados al sector de la construcción, que se han visto muy perjudicados por la caída de la actividad económica. Por el contrario, otros sectores, como los relacionados con las telecomunicaciones, se encuentran en una "situación incluso boyante", por lo que, en su opinión, "hacer tabla rasa en esta materia sería una barbaridad".

El dirigente de UGT cree que la patronal perdió una "gran oportunidad" a finales del mes de julio cuando se le ofreció una rebaja de cotizaciones sociales que no quiso aceptar, cosa inexplicable para Méndez.

Preguntado por el informe que ha realizado una Comisión de expertos impulsada por Unespa en el que se advierte de que el sistema de pensiones entrará en déficit en 2022 si antes no se toman medidas, Méndez indicó que, "por muy respetables que sean los miembros de esa Comisión" (entre ellos Rodrigo Rato, José María Fidalgo o Juan Chozas), se trata de un informe "de parte" y, por tanto, debe observarse "con reservas".

En su opinión, lo que hay que hacer en materia de pensiones es cumplir con el acuerdo vigente, del que aún colean algunos flecos pendientes, y esperar a ver lo que sucede en la Comisión del Pacto de Toledo y con las propuestas del Gobierno, que parece que, junto a la reforma laboral, irán al Consejo de Ministros del 5 de febrero para su informe y después al Parlamento y al diálogo social.

Eso sí, Méndez dejó en el aire una "reflexión" a tener en cuenta: "sería una dinámica no muy conveniente" que el Parlamento adoptara decisiones en pensiones sobre temas "poco polémicos" y dejara la peor parte al diálogo social.