La Consejería de Territorio, primer edificio que vende la Generalitat

Francesc Homs
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 27 marzo 2012 18:42

BARCELONA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

La sede de la Consejería de Territorio y Sostenibilidad es el primer edificio que vende la Generalitat con el propósito de obtener liquidez para "reequilibrar" sus cuentas.

El edificio, entre los números 2 y 6 de la avenida Tarradellas de Barcelona, lo adquirirá por 52 millones de euros la empresa Bancalé Servicios Integrales.

El Gobierno catalán se compromete a que la consejería continúe en el edificio durante un mínimo de 20 años.

Se trata de un edificio alzado en 1969 y con casi 17.000 metros cuadrados en 12 plantas, de las que cinco son subterráneas.

El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, ha indicado en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo que estos "ingresos atípicos" permitirán al Gobierno catalán reequilibrar sus finanzas.

La operación se enmarca en el plan de venta de activos que el Gobierno catalán ha diseñado, y que prevé vender 19 inmuebles de aquí a final de año, que le permitirán ingresar 360 millones.

PLAN EMBLEMÁTICO

La venta de activos forma parte de las medidas que anunció el presidente de la Generalitat, Artur Mas, poco después de su llegada a la Generalitat.

En un principio anunció que vendería 26 edificios, aunque en febrero se redujo esta cifra y se aprobó que sólo se vendieran 19.

El plan del Gobierno ejecutivo también incluye trasladar al personal que actualmente ocupa oficinas en régimen de alquiler a inmuebles de propiedad, y en total, se prevé que la Generalitat ingrese con este plan 360 millones de euros, y ahorrar entre 12 y 14 millones anuales en alquileres.

La Generalitat rechazó la oferta que MoorPark presentara por dos lotes de edificios que se pusieron a la venta en septiembre de 2011 porque "las condiciones contractuales no se consideraron óptimas para la gestión de los recursos públicos".

La operación, que incluía dos lotes de inmuebles, debía cerrarse a finales de enero como máximo, después de que el Consejo Ejecutivo aprobase una prórroga, ya que era una venta cuyos ingresos la Generalitat preveía para 2011, pero finalmente se declaró desierto, y se decidió iniciar un proceso de concurrencia pública para licitar cada edificio por separado.