MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El desarrollo de los biocombustibles como fórmula para reducir la dependencia energética de los carburantes tradicionales encarecerá los precios agrícolas mundiales "por encima de niveles históricos de equilibrio en los próximos diez años".
Así lo advierte el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en su estudio 'Perspectivas agrícolas 2007-2016'.
La OCDE aventura cambios estructurales a largo plazo derivados del desarrollo de esta energía verde que podrían mantener "bastante alto el precio nominal de muchos productos agrícolas en la próxima década", más allá de las oscilaciones de precio puntuales propias de periodos de sequía o escasez.
En este sentido, argumenta que el creciente empleo de los cultivos de cereales, azúcar y aceites vegetales para producir bioetanol y biodiésel está encareciendo los cultivos y, de forma indirecta, los productos ganaderos, a través de la subida del precio de los piensos.
Según sus previsiones, Estados Unidos dedicará en los próximos años un creciente volumen de maíz a la producción de biocarburantes, mientras que la Unión Europea y Brasil harán lo mismo con la superficie de cereales de azúcar, respectivamente.
Concretamente, la producción estadounidense de maíz para bioetanol se duplicará hasta 2016, mientras que la semillas europeas para biocarburantes pasarán de 10 a 21 millones de toneladas en este periodo, y la producción de bioetanol de Brasil alcanzará las 44.000 millones de litros, frente a los 21.000 millones de la actualidad.
El informe advierte de que el encarecimiento de las materias primas es motivo de inquietud para los países en desarrollo importadores de alimentos así como para las poblaciones pobres de zonas urbanas y para los ganaderos, que tendrán que afrontar un aumento de los costes para mantener sus animales.
