MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -
Indra registró unas pérdidas netas de 92 millones de euros en 2014, frente al beneficio neto de 116 millones de euros del ejercicio precedente, como consecuencia de provisiones, deterioros y efectos no recurrentes, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La compañía ha explicado que dichos efectos no recurrentes ascienden a un importe bruto antes de impuestos de 313 millones de euros y su impacto total en el resultado atribuible fue de 196 millones de euros.
Las ventas del grupo tecnológico ascendieron a 2.938 millones de euros en el ejercicio, aumentando un 1% reportado y un 5% en moneda local.
Por áreas geográficas, los ingresos en España, que representa el 39% del total, alcanzaron los 1.147 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 2% tras cuatro años de caída.
Por su parte, los ingresos en Latinoamérica se situaron en los 804 millones de euros, una caída del 3% en términos reportados y un aumento del 10% en moneda local, mientras que en Europa y Norteamérica aumentó su facturación un 6% en términos reportados y un 7% en moneda local, hasta los 612 millones de euros.
El resultado operativo (Ebit) recurrente en 2014 se situó en 204 millones de euros, un 10% menos, y el margen operativo recurrente en el 6,9% frente al 7,8% anterior, lo que supone una caída de 0,9 puntos porcentuales.
FLUJO DE CAJA POR DEBAJO DE LO PREVISTO
La deuda neta a cierre del pasado ejercicio ascendía a 663 millones de euros, frente a los 622 millones de euros del curso precedente.
En lo que se refiere a flujo de caja, la firma ha indicado que la generación de cash flow libre del ejercicio asciende a 47 millones de euros, frente a los 52 millones de euros de 2013, lo que se sitúa por debajo de las expectativas de la compañía mencionadas a principios del año 2014 de 100 millones de euros debido la peor evolución del capital circulante neto, el menor margen operativo, y el mayor pago de impuestos.
REUNIÓN CON INVERSORES EN JUNIO
Indra realizará una reunión con inversores institucionales y analistas en el mes de junio para avanzar las líneas estratégicas de la compañía, así como los planes de acción e indicaciones financieras a medio plazo.
Durante el pasado año la evolución del negocio de Indra se ha visto influida por el deterioro del entorno macroeconómico en las economías exportadoras de materias primas, el efecto de la devaluación de las divisas latinoamericanas y las presiones en precios, así como por mayores costes de ejecución en algunos proyectos, ha explicado la compañía.
