Ambrosio asegura que "no es posible" cambiarlas por otro producto, por lo que "no hay otra" salida que el préstamo sin intereses
SANTANDER, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio, ha manifestado este sábado que el "problema" de las participaciones preferentes ofertadas por esta entidad a sus clientes "es de Liberbank" y los afectados han respondido lanzando huevos a la sede del CASYC, en cuyo interior se congregaban Ambrosio y los máximos responsables de la Caja, que ha celebrado dos asambleas para aprobar las cuentas de 2011, las líneas de actuación de 2012 y la renovación de miembros.
"Es un tema del ámbito de responsabilidad y respuesta de Liberbank", ha señalado Ambrosio, para añadir que "es un problema Liberbank, de Caixabank, Bankia, del Santander y de todo el mundo que comercializó esos productos".
Mientras el presidente de Caja Cantabria respondía así a preguntas de los periodistas sobre la situación y peticiones de solución a las preferentes --un producto bancario que se ofrecía como inversión a plazo fijo pero que resultó ser un producto de riesgo que inmovilizaba los fondos--, los afectados se concentraban en el exterior del CASYC. Al término de las asambleas, y coincidiendo con la salida de los dirigentes de la entidad --que en la mayoría de los casos han abandonado el edificio por el garaje--, los cerca de cien manifestantes han lanzado huevos contra la sede del CASYC y han llamado "chorizos" a los representantes de la entidad.
En cuanto a la solución planteada, Ambrosio ha indicado a los medios de comunicación que, en el caso de Liberbank, "no es posible" cambiar las participaciones preferentes por otro producto, por lo que "no hay otra" salida que ofrecer un préstamo sin intereses a las personas que necesiten de manera "urgente" el dinero o que quieran recuperar la inversión. "No es posible cambiar las participaciones preferentes en el caso de Liberbank", ha remarcado.
Pero desde la plataforma de afectados han avisado que no van a aceptar "un préstamo de nuestro propio dinero". Además, van a "machacar sí o sí" a los responsables de Caja Cantabria, colocando "vallas gigantes delante de sus casas" en las que denunciarán la "estafa" de las preferentes, según han asegurado a Europa Press.
Después de indicar que llevan "mucho tiempo" con este problema y esperando una respuesta, desde la plataforma han asegurado que no van a parar hasta que la entidad "pierda toda su clientela".
"CAJA CANTABRIA SE LAS COLOCÓ A LOS MEJORES CLIENTES"
El presidente de la Caja ha precisado que el préstamo se concederá hasta que sea posible ofertar otra solución, como acciones. Sin embargo, ha recordado al respecto que Liberbank no cotiza en Bolsa, por lo que "no es posible cambiar una cosa por otra que no existe". Además, ha agregado que "no se puede prometer algo que no sabes si vas a poder cumplir".
Preguntado por si Caja Cantabria debe hacer alguna "autocrítica" por la forma en que vendió las participaciones preferentes, el presidente ha señalado que la entidad "se las colocó" a sus "mejores clientes" porque era "muy buen producto", aunque ha admitido que tenía "partes complicadas, difíciles".
En este sentido, y preguntado por si se informó a los clientes de esas "partes complicadas", Ambrosio ha contestado que "el contrato no se ocultó en ningún momento". "Estaba todo escrito y definido", ha remachado.
Después de señalar que en su momento las preferentes tenían liquidez y se podían vender "en una semana o quince días", el presidente de Caja Cantabria ha manifestado que esa situación "cambio radicalmente, de la noche a la mañana", de modo que solo se podían vender por su valor de mercado, no por el nominal.
En este sentido, ha indicado que las preferentes más antiguas tienen "poco valor" en el mercado, mientras que las últimas tienen "mucho" valor. Ha agregado al respecto que los últimos compradores de este producto "en lo que su día fue Caja Cantabria deben estar cobrando hoy en día del orden de entre el 8 y 9 por ciento de su inversión". "Vamos a ver si ponemos todo en su justo término", ha sentenciado.
Finalmente, cuestionado por si para la venta de las preferentes se firmó el test Mifid, obligatorio desde 2008 según las normas europeas, Enrique Ambrosio ha rechazado pronunciarse sobre este tema. "No hago más comentarios", ha indicado, para zanjar que "el que tenga que reclamar, es Liberbank quien debe hablar". "Es un tema de competencia de Liberbank", ha insistido.
MOCIÓN PRESENTADA POR CCOO
Por otro lado, con motivo de la asamblea de Caja Cantabria, Comisiones Obreras ha presentado una moción sobre las participaciones preferentes y los afectados, que no se ha votado porque, según Ambrosio, la propuesta no contaba con el apoyo de los veinte asambleístas que marca el artículo 28 de los Estatutos, por lo que la moción se trasladará al Consejo de Administración de la entidad del próximo miércoles.
En la resolución, facilitada a los periodistas por el secretario regional de CCOO y miembro del Consejo de Administración de la entidad, Vicente Arce, se urge al Consejo de Administración de Liberbank a que "tome las medidas oportunas" para que el "conflicto" de las preferentes "se resuelva a la mayor brevedad posible y de la manera más satisfactoria para los clientes" que "no puede ser otra que la recuperación" de la "totalidad del dinero invertido".
Este escrito se ha adoptado ante "el cariz que está tomando un problema que lejos de atenuarse amenaza día a día con acrecentarse", y debido a que "ni los clientes son responsables de haber adquirido un producto del que desconocían su posible volatilidad, ni los empleados por haber desarrollado su labor de acuerdo con las instrucciones recibidas".
En relación al préstamo sin intereses ofertado por la Caja, el sindicato considera que si bien "puede servir para superar la dificultad, al menos momentáneamente, no proporciona una solución definitiva" a la clientela, que demanda "recuperar su nominal íntegro".
En la resolución, CCOO señala que la "venta masiva" de participaciones preferentes está generando "importantes quebrantos económicos" a los clientes que las suscribieron creyendo que "estaban adquiriendo un producto financiero de características semejantes a las tradicionales imposiciones a plazo fijo en cuanto a la seguridad de su recuperación" y que ahora ven cómo se enfrentan, a la hora de venderlas, a "cuantiosas pérdidas".
