VALENCIA, 3 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Aguas de Valencia, Eugenio Calabuig, ha cerrado este jueves la compra por 95 millones a CaixaBank de la participación en Agval que ostentaba Banco de Valencia y que pasó a manos del grupo catalán --también accionista de su competidora Aguas de Barcelona-- cuando adquirió por un euro la histórica entidad nacionalizada.
Esta mañana los socios de la empresa AGVAL (Fomento Urbano de Castellón, S.A. Y Caixabank) han alcanzado un acuerdo en cumplimiento del laudo arbitral de la Cámara de Comercio de Valencia y los estatutos de Agaval, para la venta de las acciones de CaixaBank a FUCSA por 95 millones de euros tras una negociación que se inició el miércoles, según ha informado la entidad en un comunicado.
Después de haber recurrido al arbitraje de la Cámara para ejercer su derecho de tanteo sobre esas acciones, la empresa de la familia Calabuig Fomento Urbano de Castellón (Fucsa) se hace con el cien por cien de la sociedad que posee en torno a un 60 por ciento de Aguas de Valencia, mientras que el grupo francés Suez tiene un 33 por ciento, hay un 4 por ciento en autocartera y el resto son minoritarios.
Calabuig recurrió a este sistema, según prevén los estatutos de Agval, para ejercitar su derecho y la Corte de Arbitraje de la Cámara de Comercio dictó en abril un laudo favorable a su reclamación para ejercerlo sobre las acciones de Aguas que la entidad catalana incorporó a su cartera tras adjudicarse y absorber el Banco de Valencia en junio de 2013.
A través de la empresa familiar Fucsa, Calabuig presentó la demanda de arbitraje al considerar que la sociedad Inversiones Financieras Agval, de la que él posee el 50,01% y el Banco de Valencia tenía el 49,99, establece en sus estatutos que si un tercero acabara siendo dueño de las acciones de la compañía aunque fuera de manera indirecta el otro socio podría ejercer un derecho de compra preferencial.
REPOSICIONAR.
Ahora una vez adquirido ese 49,99 por ciento de Agval y la consiguiente "mayoría consolidada" en Aguas de Valencia cercana al 63 por ciento, su intención es "reposicionarlo todo y luego ya dar entrada, si hay que hacerlo, a accionistas convenientes, amigos, que sean fieles y que puedan aportar a la sociedad", para lo que asegura haber recibido ya llamadas de personas interesadas en entrar en la sociedad, según HA detallado este lunes tras la Junta de Accionistas de la compañía.
La junta se celebró el lunes dos días antes de la cita con Caixabank para acordar la venta de la que, tras el laudo, sólo quedaba fijar la cifra de venta que finalmente ha sido 95 millones.
Ante este escenario ha dado por garantizada la "estabilidad" en Aguas de Valencia cuando al cerrar la operación con CaixaBank. "Ahora sí que es el final de una batalla, luego ya será competencia entre empresas del sector y queda Suez", afirmó Calabuig tras la junta quien considera que esa operación les "da bastante fuerza para competir con Aguas de Barcelona" al ser "mucho más libres".
En cuanto a la postura de Suez, Calabuig ha indicado que en la junta ha expresado que "les gustaría entrar y tienen vocación de permanencia", pero le han respondido que "son competencia y no pueden participar en la gestión y que, de hecho, como la Comisión de Competencia ha reiterado con La Caixa, tienen lo que tienen y no pueden tener más".
Aguas de Valencia cerró 2013 con un beneficio neto de 24,9 millones, un 15 por ciento más que el año anterior, y 254 millones de facturación, un 10 por ciento más.
