Los propios empleados cometen el 61% de los casos de fraude empresarial, según KPMG

Actualizado: lunes, 2 diciembre 2013 17:51

MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Los propios empleados cometen el 61% de los casos de fraude empresarial, y en un 70% de los casos actúan con la connivencia de otras personas, según el informe "Perfiles de un defraudador" de KPMG.

El estudio, realizado a partir del análisis de un total de 596 defraudadores implicados en actos cometidos en 78 países, revela que el 42% de los defraudadores llevaban trabajando en la organización afectada más de seis años.

Entre los datos más "típicos" del perfil del defraudador, KPMG ha destacado que el 70% tiene entre 36 y 55 años; se trata de un empleado que trabaja en el área de finanzas, operaciones y ventas o 'marketing'; que ocupa un puesto directivo o de gestión, en el 29% y 25% de los casos, respectivamente; y que su antigüedad en la organización es de más de 6 años.

Asimismo, el estudio remarca que el defraudador no siente la necesidad de someterse a las reglas, ya que una tercera parte, el 36%, señala "la sensación de superioridad" como motivo para justificar su fraude.

En cuanto a las "motivaciones más comunes", KPMG ha indicado que la razón mayoritaria para cometer un fraude es económica. Del total de 1.082 motivaciones, 614 tienen que ver con la avaricia, el beneficio económico y las dificultades económicas, mientras que otras 114 estaban relacionadas con el cumplimiento de objetivos de negocio. El único motivo no financiero con una frecuencia similar es la simple voluntad de hacerlo (o "porque puedo"), con 106 casos.

Los delitos más comunes son, según el estudio, la apropiación indebida de activos, con el 56% de los casos, seguido por la malversación, que representa el 40%, y el fraude en las compras el 27%. El segundo fraude más habitual es la obtención de ingresos de activos mediante actividades fraudulentas o ilegales, con el 24% de los casos.

Respecto a la cuantía de los mismos, en el 43% de los casos en los que el defraudador no actuaba solo, el impacto económico para las víctimas excedió la cifra de 500.000 dólares (370.000 euros); en el 18% supuso una cuantía total de entre 50.000 y 200.000 dólares (37.000 y 148.000 euros) y en el 16% de los fraudes analizados alcanzó la suma de los 5.000.000 dólares (3.700.000 euros), cifra superior a la registrada en los casos en los que el defraudador actuó en solitario.

LA FALTA DE CONTROLES INTERNOS, UNA MOTIVACIÓN

Según el estudio, el 54% de los casos de fraude fue motivado por la debilidad de los controles internos en las compañías. Esto indica que, si muchas organizaciones endurecieran los sistemas de control y supervisión de los empleados, la oportunidad de cometer un fraude se reduciría visiblemente.

Sin embargo, unos controles internos sólidos no impedirán todos los fraudes. Según el informe, el 20% de los defraudadores cometieron el delito de forma temeraria, saltándose todos los controles. En el 11% de los casos, actuaron en connivencia con otras personas para eludir los controles, por lo que, en ambos casos, el defraudador puede ser una persona que conoce los controles y sabe cómo manipularlos, o que encuentra un fallo en los mismos por accidente y se aprovecha de ello.