BARCELONA, 26 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Seda ha denunciado a Jatroil para conseguir la devolución de dos préstamos participativos por un importe conjunto de 19,8 millones de euros, después de que la empresa de biocombustibles haya incumplido las condiciones de los contratos con la química catalana, según informó ésta a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La denuncia fue presentada el pasado jueves, 22 de octubre, el mismo día en que La Seda formalizó la denuncia contra su ex presidente Rafael Español, por operaciones irregulares formalizadas con Jatroil.
El préstamo de mayor cuantía con Jatroil es de 17,4 millones, y fue formalizado y desembolsado por La Seda en marzo de 2008. El vencimiento de la amortización era de 12 años, a contar desde la fecha del desembolso.
Sin embargo, en caso que llegado el 31 de diciembre de 2008 Jatroil no hubiese iniciado el desarrollo de las operaciones pactadas o éstas no hubiesen contado con la conformidad de La Seda, ésta quedaba facultada para resolver el contrato de préstamo y Jatroil obligada devolverle de forma inmediata el importe del mismo.
Jatroil no realizó ninguna adquisición de terrenos para plantar jatropha y obtener biocomustible, por lo que La Seda le requirió no comprar ya ningún activo y devolver el préstamo, pues había incumplido el contrato.
El otro préstamo participativo, de 2,4 millones, se firmó en febrero de 2008, y hasta ahora La Seda había desembolsado 780.000 euros, que la compañía presidida por José Luís Morlanes reclamará en los juzgados por haber incumplido también el contrato.
La Seda y Jatroil debían colaborar para la producción de aceites vegetales para biodiésel, en una iniciativa impulsada por el ex presidente de La Seda Rafael Español. En agosto, la junta de accionistas de La Seda decidió iniciar acciones legales contra Español por estas operaciones con Jatroil --que no considera negocio estratégico--, así como por otros negocios en Túnez y Rusia.
La Seda también resta a la espera para iniciar acciones legales contra diversas entidades del Grupo Selenis, uno de sus socios, para cobrar una deuda de unos 22 millones de euros.
Mientras se cursan o preparan las acciones de responsabilidad, la química catalana agota el nuevo plazo de prórroga que los bancos le concedieron para renegociar su deuda y crédito sindicado, un paso clave para ejecutar su plan de reestructuración y asegurar su viabilidad.
