MADRID, 13 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno descarta dar al sector ganadero ayudas directas de las que no hay que notificar a Bruselas, las llamadas 'de minimis', para paliar las dificultades que atraviesa por el encarecimiento de los piensos y los bajos precios de sus producciones, porque podría distorsionar el mercado y resultar contraproducente.
"No pueden utilizarse las ayudas de minimis para problemas que se pueden solucionar con medidas ya previstas en los reglamentos" dijo hoy el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu, tras presentar la campaña de promoción de la carne de conejo por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA).
A su parecer, "una distorsión como una ayuda directa en estos casos es absolutamente contraproducente, por tanto hay que reservar esas ayudas al máximo para situaciones muy excepcionales", como el encarecimiento del gasóleo agrícola.
Puxeu argumentó que las políticas agrícolas y ganaderas deben hacerse en torno a las organizaciones comunes de mercado (OCM) europeas, y que para recurrir a las ayudas de miminis, debe darse una situación excepcional.
"Esa condición de excepcionalidad (de las ayudas) debe ser tomada como tal, no pueden utilizarse las ayudas de minimis para problemas que se pueden solucionar con la OCM", dijo Puxeu.
En este sentido, explicó que para ayudar al sector porcino, que registra precios a la baja, se han adoptado medidas dentro de la OCM, como el almacenamiento privado, con unas 18 millones de toneladas, y las ayudas a la exportación.
Puxeu recordó que el departamento que dirige Elena Espinosa cuenta con un presupuesto de 9.000 millones de euros para el ejercicio 2008, "muy alto", con el fin de "gestionar todos los aspectos relacionados con la agricultura, pesca y alimentación".
Asimismo, incidió en la necesidad de potenciar los seguros agrarios como fórmula de salvaguardar la actividad ante dificultades imprevistas, y subrayó que se trata de un sistema "emblemático para España y reproducido por muchos países a escala mundial".
La Comisión Europea anunció ayer que desde el año que viene se incrementará de 3.000 a 7.500 euros la cantidad máxima que pueden alcanzar las ayudas de minimis, que los Estados miembros pueden conceder sin autorización previa de Bruselas cuando se destinan al ámbito agrícola.
