BARCELONA, 1 May. (EUROPA PRESS) -
Miles de personas, 50.000 según los sindicatos y 7.000 según la Guardia Urbana, se sumaron hoy a la manifestación que recorrió el centro de la capital catalana con motivo del 1 de mayo, en una jornada marcada este año por la escalada de paro derivada de la crisis económica, y el malestar explícito ante el posible recorte del Estatut por parte del TC.
El mensaje de los líderes de CC.OO. y UGT de Catalunya coincidió en la exigencia a los poderes públicos de que se impliquen activamente en la necesaria creación de empleo para paliar el desempleo creciente --ya son más de 670.000 parados en la comunidad--, así como en el estimular el consumo y garantizar la circulación de los créditos a empresas y familias.
En sus discursos a la llegada frente a la Catedral tampoco olvidaron los reproches al proceso judicial abierto contra el juez Garzón, al que defendieron, y criticaron con dureza la instrumentalización política de la inmigración por parte de determinados grupos.
La marcha transcurrió tranquila, con un ambiente festivo y reivindicativo como es habitual, aunque se registró un episodio de tensión. Fue pasados escasos minutos del inicio, cuando un grupo del colectivo Esquerra Independentista desplegó una pancarta crítica reprochando a los sindicatos el pacto con la patronal en lugar de la convocatoria de una huelga general.
El secretario de UGT de Catalunya, Josep Maria Álvarez, se refirió al diálogo social abierto todavía en el ámbito estatal y advirtió de que los sindicatos "no darán un paso atrás" en su labor de garantizar que las iniciativas para salir de la crisis no acaben siendo un perjuicio para los trabajadores.
"Me empieza a irritar el uso de la palabra 'reforma' como sinónimo de recorte", añadió, en referencia a los planteamientos como la reforma de las pensiones o el abaratamiento del despido que pide la patronal.
Su homólogo en CC.OO., Joan Carles Gallego, exigió de los gobiernos una apuesta más decidida por las políticas sociales, que garanticen la protección de todos los trabajadores afectados por el paro y sin recursos. Para ello, recordó, la vía no debe ser el recorte del gasto público, sino lo contrario.
En materia política, Álvarez aseguró que el Tribunal Constitucional no está legitimado para dictar una sentencia que recorte el Estatut, y lamentó que se trate el texto "como si fuera una subasta".
Recordó que el Estatut afecta directamente a los trabajadores, que son también ciudadanos, ya que engloba identidad y símbolos, pero también supone financiación, políticas sociales, sanidad y educación, entre muchos otros ámbitos.
Gallego lamentó el "espectáculo" que está protagonizando el Alto Tribunal, e insistió en que el TC nunca hubiera debido aceptar el recurso interpuesto por el PP al texto que es "voluntad soberana" de Catalunya, puesto que fue sometido a referéndum.
ALUSIONES A LA CORRUPCIÓN
Los casos de corrupción destapados en el último año, tanto el Pretoria como el caso Millet en Catalunya, como el Gürtel en Madrid, también tuvieron hoy la crítica de las organizaciones sindicales.
Álvarez invitó a quienes hablan de determinados grupos de inmigrantes como 'chorizos' a que, antes de lanzar sus críticas, miren "dentro de su propia casa".
Para Gallego, que afloren estos casos son una muestra de la falta de transparencia y el favoritismo que todavía persiste, por lo que exigió a los gobiernos mucho más control para superar "esta opacidad".
