BARCELONA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobieno catalán ha lanzado este martes un guiño a los empleados públicos asegurando que nunca ha dicho que tengan "privilegios", el día antes de empezar a negociar el recorte de sueldo con los sindicatos.
"Alguien podría tener la tentación de decir que las condiciones laborales del sector público son privilegios, y esto no lo compartimos", ha asegurado el portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo.
Según Homs, los empleados públicos de la Generalitat "están haciendo un trabajo muy loable, con una gran profesionalidad, y más cuando se aborda una negociación de estas características".
El portavoz ha indicado que el recorte en los sueldos "no son un castigo a nadie" sino una consecuencia de las circunstancias ante la crisis económica, resaltando el papel que hacen todos los empleados públicos de la Generalitat.
Homs ha asegurado que el deseo del Gobierno catalán es que en la función pública, haya un acuerdo laboral como el que hubo este lunes entre patronales y sindicatos, el Acuerdo Interprofesional de Cataluña.
APERTURA DE LAS NEGOCIACIONES
El Gobierno autonómico ha convocado para este miércoles a los sindicatos para explicar los recortes en el salario de los funcionarios.
La vicepresidenta del Gobierno catalán, Joana Ortega, ha convocado a los sindicatos representados en la Mesa General de Negociación de los empleados públicos de la Generalitat --CCOO, UGT e IAC-- a una reunión este miércoles para abordar el 'tijeretazo' en las nóminas.
Los sindicatos han convocado una concentración de delegados para poner de manifiesto el rechazo de los recortes anunciados por el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y consideran que el Gobierno catalán ha menospreciado el ámbito de la negociación.
El Gobierno autonómico ha indicado que la reducción de las nóminas afectará a una parte de un complemento salarial que perciben los empleados públicos dos veces al año, y no en el salario base.
Otra de las medidas que contempla el Gobierno catalán es reducir el número de días para asuntos propios que tienen los empleados públicos.
