BILBAO, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Kutxabank, Mario Fernández, ha censurado que el dinero de la entidad financiera que dirige deba servir para "solucionar problemas" de entidades preferentistas como Novagalicia y Catalunya Banc, cuando el banco vasco "nunca jamás" ha emitido preferentes.
De esta forma, Fernández ha aludido a la aportación que deberá hacer Kutxabank, al igual que otras entidades saneadas del sistema, al Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para dar liquidez a las preferentes de las cajas gallega y catalana.
En una entrevista Onda Vasca, recogida por Europa Press, ha admitido que "pueda haber ayudas públicas para recapitalizar algunas de las entidades de crédito", porque algo "ayuda" al mantenimiento de la entidad, "a los puestos de trabajo con un importante ajuste o a los depósitos de los clientes".
Fernández ha insistido en que puede "entenderlo hasta ahí", pero ha denunciado que las entidades "que no han recibido nunca un euro" deban contribuir "al famoso tema del banco malo o al tema de las participaciones preferentes".
"Ninguna de las tres Cajas de la Comunidad autónoma de Euskadi, jamás, nunca, han emitido participaciones preferentes. Y en el único sitio en el que las encontramos, que es Caja Sur, canjeamos por el 100% las preferentes por un depósito", ha advertido.
Por ello, ha pedido explicaciones sobre por qué "nuestro dinero tiene que servir para atender a los preferentistas de Novacaixagalicia, de Caixa Catalunya o de Bankia". "Una de dos, o hacemos una comunidad de pérdidas entre todas las entidades del país o, en otro caso, no tiene mucho sentido", ha dicho.
Para el presidente de Kutxabank, "no tiene mucho sentido que se utilice dinero de entidades privadas para solucionar problemas que no los han causado ellas". "Y ojo, ya van varios. Todo eso va a la cuenta de resultados con signo negativo y nos coloca en una situación permanente de que, a lo que genera el negocio, hay que deducirle este tipo de aportaciones realmente singulares", ha insistido.
INVERSIÓN EN TEJIDO PRODUCTIVO
Preguntado por la petición del lehendakari, Iñigo Urkullu, a líderes europeos, a los que reclamó un relajamiento del déficit que permita disponer de recursos para invertir en el tejido productivo, ha considerado que ésta es "una fórmula, para empezar, excelente".
No obstante, se ha preguntado si "una crisis global, de origen financiero, va a poder solucionarla un Gobierno de una Comunidad autónoma". "Resulta que los países de la UE tienen problemas para afrontarla, a ver si ahora vamos a exigir al Gobierno vasco que solucione la crisis financiera internacional", ha señalado.
Para Fernández, "la fórmula" residiría en que los países con "posibilidades de hacerlo", con Alemania "a la cabeza" incentiven su economía. En el caso de Euskadi, con Alemania, Italia y Francia como destinos "prioritarios" de sus exportaciones, deberían incentivar su economía para que necesiten "pedidos que puedan ser suministrados por empresas vascas". "No hace falta que nos den dinero. Ésa es una forma de relanzar la economía", ha señalado.
AJUSTE
El presidente del banco vasco ha reiterado su rechazo a las políticas de ajuste como fórmula para atajar la crisis y ha destacado la inexistencia de "ningún país europeo ni del mundo mundial" que, con un determinado tamaño "haya podido superar una recesión sólo con ajustes y recortes, sin incentivar la actividad económica".
Ha recordado que, hasta el FMI que "los lunes dice una cosa y otra los viernes", ha insistido en la necesidad de revisar esta política de la UE "que ya ha condenado a países como Grecia y Portugal a unas condiciones absolutamente intolerables y que puede establecer un sistema dentro del cual, la situación ordinaria sea la de la recesión".
La persistencia de la política de ajustes se debe a que, tanto en la UE como la unión monetaria, aunque "en la mesa redonda todos somos iguales", finalmente "unos lo son más que otros". "Y manda Alemania, con algunos otros países del norte", ha dicho.
Ha lamentado que Francia "ha desaparecido del mapa", mientras Italia "tiene grandes dificultades económicas". Por otro lado, Angela Merkel tiene ante sí una cita electoral en otoño y "para el electorado alemán es mejor explicarle eso de "para qué vamos a sacrificarnos para que luego se lo gasten éstos del sur'".
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