RSC.- Tribuna de Expertos: Ignacio Buqueras, Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios

Actualizado: lunes, 19 marzo 2007 13:05

"Conciliación de la vida personal, familiar y laboral"


MADRID, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

La conciliación de la vida personal, familiar y laboral debe pasar ineludiblemente por una racionalización de nuestros actuales horarios. Y junto a ella, por una concienciación por parte de los hombres de que las tareas domésticas son cosa de dos. No se trata simplemente de ayudar, sino de compartir.

El creciente incremento del acceso de la mujer al mercado laboral, repercute, en la práctica, en un doble trabajo para ella: fuera y dentro del hogar, este último en un porcentaje del 75%. Es necesaria la adopción de medidas de sensibilización para que la pareja comparta las tareas domésticas con el fin de que la mujer deje de ser la gran perjudicada por su incorporación al mercado laboral; incorporación a la que tiene un indiscutible derecho, y está en la base de la igualdad.

Según una reciente encuesta del INE, tres de cada cuatro trabajadores no pueden cuidar de sus hijos, y de ellos, la mitad de los hombres dejan esta tarea a sus esposas, en tanto que sólo el 17% de las mujeres tiene a su marido al cuidado de sus hijos. Además de necesitar ayuda para los cuidados diarios de sus hijos, una tercera parte de los empleados por cuenta ajena no pueden, debido a la organización del trabajo, pedir días para asuntos familiares. En casos especiales, como épocas de vacaciones escolares, el 11,5% de los españoles se ve obligado a pedir días de permiso para atender a sus hijos.

Por otra parte, los datos de situación respecto a las mujeres trabajadoras son los siguientes: nuestra tasa de actividad femenina es una de las más bajas de la Unión Europea, y la de paro duplica a la masculina; el 81,57% de los contratos a tiempo parcial corresponden a las mujeres; el 99% de las solicitudes de jornadas reducidas por obligaciones familiares pertenecen a mujeres; nuestra tasa de natalidad es de las más bajas de Europa; la inseguridad en el empleo afecta notablemente en la decisión sobre la maternidad; las ayudas gubernamentales por hijo a las familias numerosas españolas es cinco veces menor que la media europea, lo que es una vergüenza.

Pese al incremento de la incorporación de la mujer al trabajo, continuamos con unos horarios machistas, al antiguo estilo en que había, mayoritariamente, un claro reparto de papeles: el hombre era el que trabajaba fuera de casa y la mujer la que se ocupaba de las tareas de la misma. Y éste es un craso error.

La mujer, hoy, afortunadamente está mucho más preparada, en lo profesional, que sus madres y no digamos que sus abuelas, y, sin duda, al mismo nivel cuando menos que el hombre. Sin embargo, esto no se refleja en la sociedad. La igualdad de oportunidades real es aún una utopía, aunque se estén dando pasos para alcanzarla, pero queda aún mucho camino por recorrer. Es una cuestión de mentalización y sensibilización.

Es lo mismo que cuando hablamos de la corresponsabilidad de la pareja en las tareas domésticas, y cuando hablo de ellas me refiero no sólo a aquellas de limpieza, cocina, etc, sino también y, tanto o más importante, a compartir vivencias de pareja; la crianza y educación de los hijos y el cuidado, en determinados casos, de los mayores dependientes.

Ya hemos dicho que el camino para lograr la conciliación pasa por una racionalización de los horarios. Deben buscarse e implantarse soluciones como flexibilización de horarios laborales, o jornadas continuas: en suma horarios más europeos, en los que la jornada laboral finalice a las cinco o seis de la tarde como máximo.

Evidentemente hay profesiones, con características y horarios muy específicos en los que esta propuesta jamás puede llevarse a cabo, pero no son la mayoría (horarios nocturnos, servicios de 24 horas --policía, bomberos, hospitales, medios de comunicación, etc), en los que se aplican turnos.

Considero que la conciliación de la vida personal, familiar y laboral es responsabilidad tanto de la Administración, como de las empresas privadas y los agentes sociales. Es precisa la implicación de toda la sociedad. Debe figurar en las negociaciones de todos los convenios colectivos como un asunto prioritario. Todos debemos exigir unos horarios más racionales y flexibles.

Ignacio Buqueras y Bach.

Presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, y autor del libro 'Tiempo al tiempo'.