MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -
Alrededor de 80 trabajadores de Clesa en Madrid se han concentrado ante la sede de la Dirección General de Trabajo, donde el Gobierno celebra una reunión con la dirección de Nueva Rumasa y con los sindicatos UGT y CCOO para abordar la situación que atraviesa el grupo y analizar medidas que puedan atenuar las consecuencias sobre el empleo.
La plantilla de Clesa en Madrid, a la que la empresa adeuda cuatro pagas, asume que posiblemente la planta de Herrera Oria tenga que cerrar, pero con esta movilización trata de mostrar su apoyo a los representantes sindicales que buscan agilizar el abono de los salarios pendientes y soluciones para el mantenimiento de la actividad en las empresas viables, según explicó el portavoz de CCOO en el comité de empresa de Clesa, Luis Muñoz.
En el encuentro participan altos cargos de los ministerios de Trabajo e Inmigración y de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, junto con los hijos del fundador de Nueva Rumasa, José María y Javier Ruiz-Mateos Rivero, y dirigentes sindicales entre los que se encuentran Toni Ferrer (UGT) y Paloma López (CCOO), entre otros.
Muñoz, que lleva 42 años trabajando en Clesa, remarcó que el objetivo de la reunión se centra en "intentar que no todas las empresas sean cerradas", sino que aquellas que se consideren viables, como Helados Royne, Cacaolat o Queserías Menorquinas, sigan operando. En el caso de Clesa Madrid, consideró que tiene "difícil viabilidad" porque los terrenos en los que se asienta la fábrica están alquilados y su maquinaria "es bastante antigua".
"A pesar del concurso de acreedores y del expediente de regulación de empleo temporal la situación sigue siendo muy grave en Clesa Madrid", apuntó el representante de los trabajadores, quien confió en el que Fogasa adelante las nóminas pendientes. Muñoz lamentó que "UGT se haya descolgado" de la concentración.
