Bruselas propone aumentar las reservas de emergencia de petróleo y gas para garantizar la seguridad

Europa Press Economía Finanzas
Actualizado: miércoles, 8 marzo 2006 16:03

BRUSELAS, 8 Mar. (EUROPA PRESS) -

La Comisión Europea pidió hoy aumentar las reservas de emergencia de petróleo y gas que tienen los Estados miembros para garantizar la seguridad energética, y propuso la creación de un regulador europeo de energía con el objetivo de impulsar las interconexiones. Las dos iniciativas están contenidas en el Libro Verde de la Energía, presentado hoy por el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, y el responsable de Energía, Andris Piebalgs.

Bruselas advierte del crecimiento imparable de la dependencia energética de la UE respecto de las importaciones, la mayoría procedentes de regiones inestables. Si no se mejora la competitividad del mercado doméstico comunitario, en un plazo de 20 o 30 años, alrededor del 70% de las necesidades energéticas de la UE tendrá que satisfacerse con productos importados, frente al 50% en la actualidad.

Las reservas están concentradas en muy pocos países, de forma que la mitad del consumo de gas de los Veinticinco procede sólo de 3 países (Rusia, Noruega, y Argelia). Sin reformas, las importaciones de gas se incrementarán al 80% del consumo total en los próximos 25 años, advierte el Ejecutivo comunitario.

Para tratar de invertir la tendencia, el Libro Verde identifica seis áreas prioritarias para lograr los tres objetivos centrales que debería tener una política energética integrada: desarrollo sostenible, competitividad y seguridad de suministro. Estas propuestas serán debatidas por primera vez por los ministros de Energía de los Veinticinco el próximo 14 de marzo y constituirán el tema central de la cumbre de líderes europeos del 23 y 24 de marzo.

RESERVAS ESTRATÉGICAS

Por lo que se refiere a la seguridad energética, la Comisión propone que se cree un Observatorio Europeo de Suministro Energético y que se revise la legislación comunitaria sobre reservas de gas y de petróleo para asegurar que permitan hacer frente a emergencias como el corte de gas del pasado enero consecuencia de la disputa entre Rusia y Ucrania, y para garantizar la solidaridad entre los Estados miembros.

El aumento de las reservas estratégicas fue una de las prioridades del mandato de la anterior comisaria de Energía, Loyola de Palacio, pero los Estados miembros rechazaron sistemáticamente sus propuestas por miedo a perder soberanía en este terreno.

Para completar el mercado interior de la energía, el Libro Verde lanza nuevas iniciativas, como un Código Europeo de la Red Energética, un plan prioritario de interconexiones o un regulador europeo de energía.

También se subraya la necesidad de que la UE tenga una política exterior común de la energía. "Para reaccionar a los desafíos de una demanda creciente, precios de la energía altos y volátiles, creciente dependencia de las importaciones y al cambio climático, Europa tiene que hablar con una sola voz en la escena internacional", destaca el Ejecutivo comunitario.

En este sentido, se propone identificar las infraestructuras prioritarias para la seguridad de suministro de la UE, como los gaseoductos, y acordar medidas concretas para garantizar que se lleven a cabo, así como elaborar una 'Hoja de Ruta' para la creación de una Comunidad Paneuropea de la Energía.

Especial importancia se otorga al diálogo con Rusia, el proveedor más importante de la UE, teniendo en cuenta la creciente interdependencia. Finalmente, se propone un mecanismo comunitario que permita una reacción rápida y coordinada a las situaciones de emergencia relacionadas con el suministro procedente de terceros países.

La Comisión reconoce que corresponde a los Estados miembros decidir si optan o no por la energía nuclear, aunque destaca la necesidad un equilibrio sostenible, eficiente y diverso entre las diferentes fuentes de energía, y plantea que puedan fijarse objetivos para cada fuente energética a nivel de la UE con el objetivo de garantizar la seguridad de suministro, respetando el derecho de los Estados miembros a realizar sus propias elecciones energéticas.

Finalmente, la Comisión sugiere una serie de medidas para hacer frente al cambio climático, en particular la adopción de un plan de acción de eficiencia energética que identifique las medidas necesarias para que la UE pueda ahorrar un 20% de la energía que consumiría en 2020.

También anuncia la elaboración de una 'hoja de ruta' para las energías renovables, con posibles objetivos para 2020 y más allá, cuyo objetivo sería garantizar un clima de inversiones estable que permita energías renovables más competitivas en la UE. En último término, aboga por un plan estratégico sobre tecnologías energéticas.

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