Publicado 12/03/2021 17:27

Nacen seis crías de lince en el pajar de una finca ubicada en el entorno del río Guarrizas, en la provincia de Jaén

Captura del vídeo publicado por Crespo con las crías de lince nacidas en el pajar de una finca.
Captura del vídeo publicado por Crespo con las crías de lince nacidas en el pajar de una finca. - @CARMENCRESPOPP

JAÉN, 12 Mar. (EUROPA PRESS) -

Nacen seis crías de lince ibérico en el pajar de una finca ubicada en el entorno del río Guarrizas, en la provincia de Jaén, según ha comunicado a través de Twitter la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo.

"Granadilla, una hembra de lince ibérico cien por cien andaluza, ha dado a luz nada menos que a seis cachorros en el pajar de una finca de Jaén, en el entorno del río Guarrizas. Sin duda, son unas imágenes preciosas. Y es que Andalucía no deja de sorprender", ha afirmado en su perfil de la citada red social, en el que también ha publicado un breve vídeo de las crías.

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible ha destacado a Europa Press que, según los técnicos, "es la primera vez que hay constancia de un parto tan numeroso" y "ni siquiera en los centros de cría se ha dado algo similar".

La madres es Granadilla, una hembra de once años liberada en 2010 y procedente del centro de cría de lince ibérico de la Olivilla que gestiona la Junta en Jaén. Es la hembra fundadora del núcleo de población de la comarca de Guarrizas. Es el tercer año que cría en esta zona que forma parte del Plan de Recuperación del Lince en Andalucía (no es territorio Life) que desarrolla el Gobierno autonómico con fondos y técnicos propios.

Crespo ha destacado "la apuesta del Gobierno de Andalucía por la preservación de esta especie emblemática", favoreciendo la creación de nuevos asentamientos, la conexión de poblaciones y la renovación con nuevos ejemplares para fomentar la diversidad genética.

En este sentido, ha resaltado que Andalucía coordina el nuevo proyecto Life de conservación del lince, denominado 'Life Lynx Connect', que reúne a 20 socios y que cuenta con más de 18 millones de euros para trabajar en el objetivo de que el lince pase de estar declarado como 'especie en peligro de extinción' a 'especie vulnerable'.

"Tenemos un reto colectivo y los 21 socios de este nuevo Life estamos colaborando para garantizar el futuro del lince ibérico", ha remarcado la Consejera, quien ha subrayado "el compromiso de la Junta con la conservación de una especie que forma parte del patrimonio natural de Andalucía".

ESTRUCTURAS HUMANIZADAS

Granadilla fue liberada junto a su hermana Grazalema en los cercados de presuelta del área de reintroducción de Guarrizas. Fueron los primeros linces procedentes del programa de cría en cautividad que se liberaron en el medio natural, según indicó el pasado mayo la Consejería al informar de que el confinamiento provocado por la covid-19 había favorecido la elección de estructuras humanizadas para parir, puesto que la sensación de seguridad y las condiciones de temperatura y tranquilidad de las fincas contribuyen a ello

Tras su liberación del cercado de aclimatación, Granadilla se estableció con Granizo, un macho procedente de la sub-población de Andújar-Cardeña que se reintrodujo junto con ellas en el cercado, reproduciéndose por primera vez en 2012.

Los técnicos han constatado su reproducción todas las anualidades, salvo en 2014. Para los primeros partos eligió cuevas naturales existentes en el área. Durante varios años los técnicos pudieron comprombar el uso de estas como cubil, sobre todo en los primeros meses de vida de los cachorros, hasta utilizar un área cercana al cercado de presuelta que mantiene agua durante el verano.

Este patrón lo ha mantenido hasta que se ha ido compactando la "core área" de esta población, lo cual ha provocado una disminución de la superficie de su territorio. Así, en las dos últimas anualidades, Granadilla usó por primera vez estructuras humanizadas para criar.

En 2019, su parto coincidió con lluvias intensas, lo que hizo que cambiara a sus cachorros, con aproximadamente una semana de edad, a una nave de aperos donde el ganadero que tiene arrendado los pastos guarda la paja para el ganado. Tras varios días en él y, una vez que las lluvias finalizaron, los cambió a un nuevo cubil en un área de vegetación cerrada a unos 300 metros de éste.

El año pasado, probablemente debido a la sensación de seguridad y a las condiciones de temperatura y tranquilidad de la nave, decidió parir de nuevo en el pajar, donde mantuvo a los cachorros hasta que contaban aproximadamente con un mes y medio de edad, momento en el que los llevó nuevamente al área de vegetación cerrado, según precisó entonces la Consejería. Ahora, se ha decantado otra vez por un pajar para tener a estas seis nuevas crías.